AMÉRICAS

¿Qué pasa con Julian Assange?

Reino Unido mantiene la orden de detención contra el fundador de WikiLeaks

¿Qué pasa con Julian Assange?

La novela en la que se ha convertido la reclusión de Julian Assange en la embajada de Ecuador en Londres parece no tener fin y el desgaste de las partes implicadas cada vez es más notable.

La situación de quién hizo tambalear a Estados Unidos al publicar documentos secretos de ese país se ha vuelto insostenible y el mantenimiento de la orden de detención por parte de la justicia británica entierra de nuevo las esperanzas de Assange de poder salir en libertad sin la amenaza de ser detenido y extraditado a EE. UU.

El ciudadano sueco completa más de 5 años escondido en la sede diplomática del país andino que le ofreció asilo cuando Suecia lanzó una orden europea de busca y captura al ser sospechoso de abusos sexuales en el país nórdico.

La justicia sueca ya abandonó esa investigación, pero la policía de Reino Unido todavía quiere detenerlo, pues violó las condiciones de su libertad condicional al decidir refugiarse en la embajada ecuatoriana.

Mark Summers, abogado de Assange, denuncia que su defendido lleva más de un lustro en condiciones de encarcelamiento -por muy lujosa que sea su residencia- y que su salud mental se está deteriorando de forma alarmante. El fiscal encargado del caso, Aaron Watkins, consideró “absurdas” las denuncias del letrado.

El otro jugador en este complicado caso es Ecuador, que concedió el pasado diciembre la nacionalidad a Assange, así como estatus diplomático, lo que le permitiría tener inmunidad y así poder dejar la embajada. Pero Reino Unido advirtió que esto no cambiaría en nada la situación y que se si el fundador de WikiLeaks salía a la calle sería arrestado y puesto ante la justicia.

Assange se ha convertido en un personaje muy incómodo para el pequeño país sudamericano; “una piedra en el zapato”, según palabras del actual presidente, Lenín Moreno, quien heredó este problema de su enemigo y antecesor en el cargo, Rafael Correa, busca desesperadamente encontrar una solución a este caso.

Según varias fuentes, Assange no ha demostrado precisamente talento diplomático en los últimos años, poniendo a Ecuador en situaciones incómodas. En las últimas elecciones estadounidenses, WikiLeaks publicó mensajes comprometedores de la candidata Hillary ClIGNORE INTOn y en la más reciente crisis en Cataluña, Assange mostró a través de Twitter su incondicional apoyo a la causa independentista.

Al sueco solo se le ve cuando, en contadas ocasiones, sale al balcón de la embajada; su única vía de contacto con el exterior. Además de esto, sus apariciones públicas suelen estar limitadas a las videoconferencias que ofrece de vez en cuando, aunque sí recibe visitas de forma regular.

Dos médicos que le hicieron un profundo examen en octubre declararon que el prolongado encierro de Assange ha tenido “un alto costo físico y psicológico para él”, pues “no ha tenido acceso a luz solar ni ventilación adecuada por más de cinco años. Realmente, no sabemos cuánto más podrá soportar esta complicada situación, pero cada vez está más débil y sus esperanzas de verse libre se van diluyendo”.

 

Latin American Post | José María González Alonso

Copy edited by Susana Cicchetto 

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