AMÉRICAS

Éxodos modernos: la diáspora de senegaleses en la argentina

El hecho de que estén indocumentados se ha venido normalizando, al igual que sus condiciones precarias de subsistencia informal

Éxodos modernos: la diáspora de senegaleses en la argentina

Los senegaleses migran masivamente al continente Europeo y también a América latina especialmente desde la década de los noventa, una gran porción de esos migrantes se asentaron en Argentina y en cada esquina venden gafas o accesorios, para dar cuenta de la configuración global del trabajo en las últimas décadas del siglo XX y XXI.

Parafraseando a Carlos Álvarez de la agrupación Xangó, en una entrevista señala que durante la década de los noventa los africanos solicitaban su ciudadanía y recurrían a la figura de refugiados por problemas políticos o sociales  ante la ONU, pero luego esa vía de ingreso y permanencia se suspendió, hasta que en el año 2013 la Dirección Nacional de Migraciones aprobó únicamente para ese año un régimen especial de regularización de extranjeros senegaleses y dominicanos.

La migración senegalesa empieza en los años noventa como un fenómeno social, pero el punto de inflexión de ese fenómeno en Argentina fue el año 2004. El gran éxodo inicio en la primera década del siglo XXI, porque las posibilidades de entrar legal o ilegalmente a la Unión Europea se clausuraron para los migrantes en embarcaciones improvisadas provenientes de África, de esa forma los africanos viraron su rumbo e iniciaron su larga travesía muchas veces desde Brazil o Perú para empezar el descenso geográfico y también social: los hombres jóvenes, ya se parados de sus familias, se dedicaron a la venta de gafas en las calles de Buenos Aires y a la construcción.

La bonanza porteña en la conversión de las remesas al África Subsahariana es uno de los motivos por los que se popularizo la migración senegalesa y sus fluctuaciones hacen eco de los cambios en la economía Argentina. La diáspora al país del cono sur no cesó por la promesa social de acceder a trabajos más calificados que la construcción y la venta ambulante de accesorios, solo en argentina viven 5000 senegaleses mayoritariamente musulmanes.

Pero si en Senegal no paraba de llover en Argentina no escampaba, la diáspora los convirtió en parias excluidos por su color de piel, sus costumbres familiares, por la lengua Wolóf del sur de Senegal y parte de Nambia y finalmente por la religión musulmana. Es común encontrarse con hombres senegaleses que ya hacen parte del mobiliario de las calles de Buenos Aires y envían remesas a sus familias en África, mientras las mujeres en dicho continente están encargadas de las labores domésticas para la familia extensa que comparte el espacio de vivienda.

La movilidad social de los migrantes es un problema  nacional irresuelto en Argentina, aunque inevitablemente  y a pesar de las medidas gubernamentales para entorpecer el proceso de incorporación de los migrantes hoy se amplían sus posibilidades de trabajo en áreas como la gastronomía, los eventos culturales, seguridad en tiendas  e incluso algunos optan por la educación terciara.

Argentina es una nación que ha demostrado una gran receptividad hacia los que vienen en búsqueda de oportunidades, quizá porque es un país de migrantes, aunque hay un largo camino aun por recorrer para regularizar la situación de muchos africanos indocumentados en el país, aun así es un ejemplo para países como Colombia que recibe oleadas migratorias de venezolanos y en donde es más difícil establecerse siendo migrante.

 

Latin American Post | César Téllez 

Copy edited by Susana Cicchetto

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