AMÉRICAS

América Latina y el fantasma de la reelección

El conflicto generado por la reelección presidencial, como mecanismo para perpetuarse en el poder, es una cuestión que se extiende desde las Independencias hasta la actualidad

América Latina y el fantasma de la reelección

El modelo presidencialista latinoamericano tuvo como inspiración el sistema político estadounidense. Y aunque el politólogo español Juan Linz inauguró un largo debate al afirmar que el déficit democrático en América Latina se debía al presidencialismo, señaló que el caso estadounidense era una excepción.

Por tanto, poco se suele decir acerca de cómo este último tuvo problemas para frenar en su momento el ímpetu reeleccionista. Si bien la enmienda constitucional que limita a dos mandatos consecutivos la estancia en la Casa Blanca se mantiene en la actualidad, esta fue producto de un largo debate después de que Franklin D. Roosevelt fuese elegido cuatro veces consecutivas.

En contraste, en América Latina la tensión respecto de la reelección ha sido un tema presente desde las Independencias hasta la actualidad. Históricamente el único país de la región que logró imponer la prohibición absoluta desde 1934 a la fecha ha sido México.

En el país Azteca, tras una revolución que llevó como lema ‘‘sufragio efectivo, no reelección’’, tuvo como consecuencia el surgimiento de un caudillo que controlaba a los presidentes desde la ex-presidencia, primero, y un régimen autoritario y de partido hegemónico, después.

A pesar de que Linz tuvo falencias en su análisis, sobre el quiebre de las democracias en la región, acertó en parte del diagnóstico: en América Latina, el presidencialismo ha estado acompañado por una ‘‘precaria separación de poderes y una propensión presidencial a derivar en liderazgos bonapartistas, cuando no de caudillismo autoritario’’.

Asimismo, como afirma el politólogo Mario D. Serrafero, a esto se suma la ‘‘notoria ausencia de controles y un mayor poder que, por ingeniería institucional y cultura política, ha tenido el presidente latinoamericano’’.

En este sentido, la reelección es entendida como un problema que se ha tratado de mitigar en distIGNORE INTOs ocasiones a través de su prohibición inmediata. No obstante, parece que se trata de un fantasma que sigue despertando una y otra vez en la región.

De ahí que, a pesar de que haya poca evidencia acerca de las consecuencias a nivel subnacional, resulta evidente que cuando se trata de abandonar el  puesto presidencial, el ímpetu por permanecer parece inevitable.

Desde mediados del siglo XX, liderazgos como el de Juan Domingo Perón en Argentina, Getulio Vargas en Brasil o José Figueres en Costa Rica, han demostrado el interés en prolongar mandatos. En el caso de los tres sujetos mencionados anteriormente, durante el periodo de Industrialización por Sustitución de Importaciones, trataron de propiciar reformas constitucionales que les permitieran mantenerse en el poder  como garantía de la continuidad de su agenda de reformas sociales.

Asimismo, desde principios de la década de 1980 y hasta finales de 1990, tras una profunda crisis económica que derivó en la implementación del Consenso de Washington, liderazgos como el de Carlos Menem en Argentina, Alberto Fujimori en Perú o Fernando H. Cardoso en Brasil, con mayor o menor éxito, trataron de modificar la cláusula reeleccionista. Lo anterior con el fin de asegurar la continuidad de sus reformas económicas.

Del mismo modo, liderazgos como el de Armando Pérez Balladares en Panamá, Joaquín Balaguer y Leonel Fernández en República Dominicana, trataron de modificar la Constitución en busca de la reelección.

A principios del siglo actual, el potente liderazgo de Hugo Chávez propició el ímpetu reeleccionista, volviendo a poner sobre la mesa el debate acerca de la reelección en todas sus variantes –desde su prohibición absoluta hasta su posibilidad ilimitada–.

A él se unieron liderazgos como el de Rafael Correa en Ecuador, Evo Morales en Bolivia y Daniel Ortega en Nicaragua. Igualmente, y aunque desde polos ideológicos opuestos, se sumaron también intentos como el de Álvaro Uribe en Colombia, Juan Orlando Hernández en Honduras y Horacio Cartes en Paragu

En este sentido, desde casos como el Daniel Ortega y Horacio Cartes, hasta los más recientes de Juan Orlando Hernández y Evo Morales, son sólo ejemplos de la tensión histórica entre presidencialismo y reelección en América Latina.

A todo se suma los casos de ex-presidentes que han refugiado en distIGNORE INTOs ámbitos –ya sea públicos o privados–, ávidos por recuperar la presidencia, tales como Sebastián Piñera y Michelle Bachelet en Chile, Cristina Fernández en Argentina o Álvaro Arzú en Guatemala.

 

LatinAmerican Post | Cristian Márquez Romo

Copy edited by Marcela Peñaloza

 

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