ANÁLISIS

Fragmentación e inestabilidad: características de las elecciones presidenciales de Colombia

Varias decenas de candidatos aspiran a llegar a la presidencia de Colombia en 2018

elecciones presidenciales de Colombia

Si algo ha quedado claro en este inicio de la contienda presidencial en Colombia es que nada está claro. Para octubre de este año, más de treinta personajes de la vida nacional colombiana habían declarado su intención de aspirar al cargo más importante del Estado. Esta cifra, irrisoria por demás, habla del clima de polarización y fractura interna de muchos partidos y organizaciones políticas. A  ello, debe agregársele la cantidad de candidatos que decidieron recolectar firmas como mecanismo para formalizar su aspiración buscando, por un lado, ganar tiempo para comenzar la campaña a la par que se realiza el proceso de recolección. Por otro lado, saltarse los mecanismos de postulación de candidatos tradicionales (léase, los partidos políticos) tratando de generar un hálito de independencia política en épocas de descrédito partidista. Debido a estas nuevas dinámicas y estrategias, cuatro temas serán esenciales para entender y analizar esta contienda electoral en lo que resta de 2017 y en los primeros meses de 2018.

Primero, la cantidad de candidatos de partidos y de movimientos políticos obligará necesariamente a buscar coaliciones, incluso antes de que se de la primera vuelta. Aspirantes a la presidencia como los congresistas Jorge Robledo (candidato del partido Polo Democrático) y Claudia López (candidata del partido Alianza Verde), y el ex-gobernador de Antioquia Sergio Fajardo (líder del movimiento Compromiso Ciudadano) han tomado la iniciativa en esta materia apropiándose del discurso de la lucha contra la corrupción y del cambio de la política tradicional, aunque los tres sean políticos ya curtidos en la arena pública. A pesar de haber anunciado esta coalición hace ya varios meses, los tres candidatos siguen esperando posibles nuevas adherencias a su causa antes de determinar el mecanismo mediante el cual elegirán un candidato único. Para unirse a esta coalición sonaron con fuerza el ex-alcalde de Bogotá Gustavo Petro (del movimiento Progresista) y el líder de las negociaciones de paz con las Farc, Humberto De la Calle (candidato del partido Liberal). Además de la iniciativa de Robledo, López y Fajardo, también existe un pacto entre el partido Conservador y el Centro Democrático (partido del expresidente Uribe).

También se especulan de otras coaliciones, que hasta el momento no se han dado. Por ejemplo, el publicitado acercamiento entre Germán Vargas Lleras y el uribismo. Sin embargo, esta alianza no tiene posibilidad de existir, al menos antes de la primera vuelta, dado que ambos tienen serias posibilidades de llegar a la segunda con las banderas de la derecha. Ahora bien, donde más se generarán coaliciones y adherencias será en el segmento de candidatos con muy poco prospecto de votación como en el caso de Juan Carlos Pinzón, que suena como fórmula vicepresidencial de Vargas Lleras, o el mismo Alejandro Ordóñez, que ha tratado de acercarse tanto al uribismo como al Partido Conservador sin éxito en ninguno de los casos.

Segundo, el caudillismo marcará  las dinámicas políticas durante los próximos meses. Desde el famoso “el que diga Uribe” (método sugerido por los mismos partidarios para elegir candidato del Centro Democrático), hasta la omnipotencia marcada de Vargas Lleras al interior de Cambio Radical, delimitarán muchos de los temas de la contienda electoral. Esto también se podrá vislumbrar en las listas que se presenten para las elecciones legislativas a celebrarse también en el 2018.  En ese sentido, llama poderosamente la atención que el único partido (el Liberal) que hizo una consulta a los ciudadanos para escoger candidato, fue tildado de despilfarrador, dados los recursos gastados versus la votación obtenida. Este hecho, más que ningún otro, habla del “culto a la personalidad” que se ha generado en muchos partidos políticos y organizaciones del mismo talante.

El panorama político colombiano aún no está definido a menos de 1 año de las elecciones. Las alianzas políticas serán protagonistas de los próximos meses.

 

Latin American Post | Carlos Andrés Ramírez González

Copy edited by Santiago Gómez Hernández

 

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