ECONOMÍA

De la felicidad a la miseria: Venezolanos perdieron en promedio 10 kg de peso el año pasado

El FMI estima una hiperinflación de 13 mil por ciento, mientras las medidas oficiales se reducen a eliminar ceros y promover el petro

De la felicidad a la miseria: Venezolanos perdieron en promedio 10 kg de peso el año pasado

El próximo 20 de mayo los venezolanos acudirán una vez más a las urnas para elegir un presidente, en medio de las tensiones propias de una nación azotada por la hiperinflación que no da respiro alguno y que se ha vuelto indetenible. 

Read in english: From happiness to misery: Venezuelans lost an average of 10 kg in weight last year

Un reciente informe divulgado por la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional de Venezuela reveló que la inflación acumulada en lo que va de 2018 alcanzó el 453,3%, un dato nada esperanzador para un trabajador que recibe mensualmente el equivalente a unos 10 dólares de salario.

Vivir en Venezuela se ha convertido en una tarea titánica. La devaluación del maltrecho bolívar fuerte (moneda nacional) se vive a diario con la variación constante de la tasa de cambio paralelo o dólar negro. Existen más de 5 tasas referenciales que hoy mueven la economía de un país en donde ya el dólar aparece como moneda para las transacciones del día.

Esta situación fue advertida, al cierre de 2017, por el analista Luis Vicente León quien ha sostenido que “el país se dolariza, lo que empieza a ocurrir es que la gente está cobrando en dólares. Eso ha ocurrido no solo en Venezuela sino en muchos países del mundo”. El Gobierno niega esta situación e insiste en sus tesis de guerra económica, por lo que anunció para el mes de junio un nuevo cono monetario. Esta medida consistirá en la eliminación de tres ceros a la moneda de actual circulación. 

Los precios de los productos cambian cada día y el costo de vida es cada vez más alto, aún para adquirir los alimentos básicos. Rafael Guzmán, miembro de la Comisión de Finanzas del Parlamento de mayoría opositora advirtió que “lo que viene es peor y lo que viene es más miseria”.

Esta miseria se palpa en las calles de este país miembro de la OPEP y con abundantes recursos naturales. El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que la hiperinflación escalará a 13000% en 2018.

La exministra de Economía francesa y directora del FMI, Christiane Lagarde, consideró que la de Venezuela “es la historia más triste del continente. En cuatro años ha reducido el 40% del PIB; vive una crisis humanitaria, y el Gobierno lo niega. No sé cómo se va a resolver pero necesitará apoyo humanitario, financiero, una completa reanimación del país”.

Una nota de prensa, difundida por Human Rights Foundation, revela que en 2017, los venezolanos perdieron un promedio de más de 10 kilogramos de peso por causa de la hambruna y la desnutrición. De acuerdo con la ONG Caritas, 33 por ciento de los 10 millones de los niños en el país padecen de retraso en su crecimiento.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) cifró su previsión de recesión de la economía venezolana en un -8,5 %. En un comunicado detalló que los únicos países que tendrán recesión son Venezuela (-8,5%) y Dominica (-5,0%), lo que afectará el crecimiento de América, pues solo será del 2,0%. Esta cifra está ligeramente por debajo del promedio regional, debido a las cifras negativas de Venezuela. 

Los economistas en el país suramericano coinciden en señalar que no se resuelve la hiperinflación quitando ceros ni obligando a usar petros (moneda virtual). Ambas medidas adoptadas por el gobierno de Nicolás Maduro son soluciones a la severa crisis económica que golpea al venezolano.

Este país, que en 2014 fue caracterizado como uno de los más felices del mundo, hoy se ubica en el puesto 103 con base en los resultados de la encuesta Mundial Gallup. El resumen lo califica como “el mayor perdedor” al bajar 2.2 puntos en una escala de 0 a 10.

La felicidad es sin duda una de las grandes ausentes en esta nación en donde sus ciudadanos sufren la pobreza extrema a pesar de las cifras oficiales que sin duda no son espejo de la realidad del país. Si aún queda algo de legitimidad en el proceso electoral, el 20 de mayo, será decisivo para el destino de una nación en donde la calidad de vida va en caída libre.

 

Latin American Post | Yiemy Marian
Copy edited by Marcela Peñaloza

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