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Ricardo Anaya: El “hombre máquina” que quiere ser presidente

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En caso de ganar las presidenciales, Anaya promete devolver la seguridad y la paz a todo México 

Ricardo Anaya: El “hombre máquina” que quiere ser presidente

Ricardo Anaya, de 39 años de edad, es el aspirante a la presidencia más joven de la historia reciente de México. Actualmente, ocupa el segundo lugar en las encuestas con la coalición “México al Frente”; la cual reúne los partidos de derecha “Acción Nacional (PAN)” e izquierda “La Revolución Democrática (PRD).”

Como lo describen sus compañeros de preparatoria, Anaya fue siempre un estudiante muy disciplinado, listo, y muy ambicioso. Perteneció a las familias más adineradas del país, es licenciado en derecho y tiene una maestría en derecho fiscal y un doctorado en Ciencias Políticas y Sociales.

Read in english: Ricardo Anaya: The "machine man" who wants to be president

Anaya ingresó a la política a los 18 años de la mano del entonces alcalde de Querétaro, el panista Francisco Garrido. En el 2002, el hoy candidato se afilió al PAN y decidió lanzarse a ser candidato por una diputación local en Querétaro, donde fue derrotado por el PRI con apenas 25% de votos a su favor. 

Ahora, el panorama se pinta casi igual para el candidato. De acuerdo con Univisión, este primero de julio, si las encuestas se confirman, Anaya podría perder ante el puntero Andrés Manuel López Obrador con un porcentaje similar o incluso menor a la votación que tuvo hace 18 años.

Entre sus propuestas más importantes, según cuenta el diario Excelsior, está apoyar al campo y a los cañeros, triplicar los apoyos para los adultos mayores, generar condiciones para atraer la inversión y generar condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, así como servicios de salud oportunos y suficientes.

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Además, a pocos días de las elecciones, el candidato cerró su campaña en Tamaulipas, uno de los estados con más altos índices de criminalidad. Allí recordó su compromiso por regresar la paz a todo México y en especial a Tamaulipas: “Yo vengo a comprometerme, con el gobernador del estado, y con cada una y cado uno de ustedes: la seguridad, la paz, la tranquilidad será nuestra prioridad número uno, y van a ver ustedes lo que es tener un presidente de la República comprometido con la paz y la tranquilidad de Tamaulipas”, puntualizó Anaya frente a más de 15 mil personas.

Sus detractores le critican su carácter frío y controlado. Como escribió el politólogo Denise Dresser en la revista Proceso, “da la impresión de ser un armazón frío, un corazón apagado, cargando con un manual de instrucciones para llegar la Presidencia. El hombre máquina. Anaya aprieta un botón y se enciende a sí mismo. Se levanta, anda, camina. Da discursos y encabeza eventos. (…) Nunca fue vital, siempre fue mimético. Como ha señalado Jesús Silva Herzog-Márquez, sería un gran promotor de I-Phones. Pero como candidato nunca entendió el contexto ni el país al que aspiraba a gobernar.” 

Además su campaña se ha visto ensuciada por escándalos de presunta corrupción que involucran transacciones inmobiliarias que incluyeron lavado de dinero por parte de amigos suyos, o su participación en trabajos de fundaciones que terminaron en jugosas ganancias para él y sus conocidos. 

Pese a todo esto y, dejando a un lado que en México es difícil ser un candidato de éxito a la primera, Anaya ha realizado cierres de campañas multitudinarios y sostiene que el domingo le ganará al candidato puntero en las encuestas. 

Latin American Post | Luisa Fernanda Báez
Copy edited by Marcela Peñaloza

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