ANÁLISIS

El fiscal incómodo para el gobierno mexicano

El encargado de investigar a los involucrados en el escándalo Odebrecht en México, Santiago Nieto, fue destituido 

El fiscal incómodo para el gobierno mexicano

El caso Odebrecht ha enjuiciado y encarcelado a presidentes, políticos, hombres de Estado, en diferentes países donde la constructora tejió sus redes de corrupción. Sin embargo, en México nadie está juzgado aún o en la cárcel por el caso de corrupción más importante de Latinoamérica y esto, según investigaciones, porque el grupo que está en el poder está involucrado y tan es así que, pese a las sospechas y fuertes críticas de la oposición, se destituyó al titular de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) Santiago Nieto, quien investigaba a los culpables de Odebrecht en México por financiamiento a la campaña del actual presidente.

Apenas el lunes 16 de octubre Raúl Cervantes Andrade, otrora Procurador General de la República, anunciaba su retiro de la PGR, según él, para dar mayor certidumbre en la designación de un Fiscal General Autónomo. Cervantes ha sido vinculado con el grupo cercano del presidente Enrique Peña Nieto. Durante su comparecencia, ante la Cámara de diputados, comentó que ya se tenía una carpeta de investigación sobre el caso Odebrecht y que la FEPADE era la encargada de esa investigación.

Dos días más tarde, el titular de la FEPADE, Santiago Nieto dio una entrevista para Grupo Reforma en la cual comentó que Emilio Lozoya Austin -ex director de PEMEX y denunciado como cómplice del caso Odebrecht por Luis Alberto Meneses, director de la empresa en México- comentó que recibió presiones de parte de Lozoya para que le diera una disculpa pública. “Me envió una carta diciendo que quiere que yo haga un pronunciamiento público sobre su inocencia y me envía un currículum diciéndome quién es su papá, quién es su mamá, en dónde estudió. Nunca entendí esta parte”, comentó a Grupo Reforma.

Después de sus declaraciones, el caso Odebrecht volvió a la agenda mediática y organizaciones de la sociedad civil así como partidos opositores comentaron que era una presión hacía la FEPADE para que dejara de investigar a Lozoya Austin debido al vínculo con el presidente Enrique Peña Nieto. Lamentablemente, el viernes 20 de octubre la PGR emitió un comunicado en donde se cesaba a Santiago Nieto de la FEPADE por “graves faltas al código de conducta”, esto desató la irá en la sociedad civil y la oposición quienes buscan erradicar la corrupción en el gobierno.

Ante la destitución del titular de la FEPADE, Santiago Nieto, quien investigaba el caso Odebrecht, a exgobernadores priistas como César Duarte, Javier Duarte, Roberto Borge, Roberto Sandoval, entre otros funcionarios públicos, la oposición en la Cámara Alta comentó que no permitirán la destitución.

Con ello, se puede apreciar un claro indicio de parte del gobierno de Enrique Peña Nieto para dejar de investigar un caso que daña a todo el continente. Sin embargo, el presidente ha preferido criticar a la sociedad civil argumentando que se culpe de todo a la corrupción; empero, cuando la corrupción es el mal de males es menester puntualizar a cada momento cómo quema y se propaga desde la clase más baja hasta la clase más alta. Sin dejar de lado, que jamás será igual la corrupción que genere un barrendero a un presidente de un Estado.

Así, a unos meses que termine el sexenio de Enrique Peña Nieto la deuda que ha dejado a la sociedad contra el combate a la corrupción es enorme, no sólo están los mandatarios de su partido a quién él llamó el “Nuevo PRI” en la cárcel sino también el caso de recursos públicos presuntamente utilizados en la campaña de su primo Alfredo del Mazo Maza, actual gobernador del Estado de México, del cual no se quiere investigar.

 

Latin American Post | Leonardo Daniel

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