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Súper PSG: ¿bomba de tiempo?

El equipo parisino de superestrellas, en su mayoría latinoamericanas, ha sufrido varios inconvenientes dentro del vestuario que podrían alterar su desempeño

Súper PSG: ¿bomba de tiempo?

El Paris Saint-Germain, que se ha convertido en potencia futbolística a nivel mundial debido a sus exorbitantes contrataciones, no atraviesa un buen momento a pesar de deslumbrar al mundo con su nivel de juego.

El club de la capital francesa es el referente actual del fútbol europeo. Sin embargo, ese gran momento futbolístico parece no resolver los inconvenientes que se han presentado adentro del vestuario parisino plagado de estrellas.

El conjunto dirigido por el español Unai Emery se encuentra en la primera posición de la liga francesa con una ventaja de más de ocho puntos, está instalado en las semifinales de la Copa de la Liga de Francia y en la UEFA Champions League jugará contra el Real Madrid por los octavos de final.

Para cualquier equipo, este sería un panorama realmente positivo si se tiene en cuenta que el PSG es el equipo más goleador de toda Europa con más de 100 goles y con un promedio de más de 3.4 goles por partido. El PSG es una máquina de hacer goles, pero no es un equipo, o al menos eso se entrevé por los diferentes conflictos que han tenido sus superestrellas.

El inicio de la discordia

Los ánimos se caldearon en el PSG desde septiembre de 2017 cuando en el partido contra el Olympique de Lyon el brasileño Neymar, apoyado por su compatriota Dani Alves, tuvo dos impases con el uruguayo Edinson Cavani.

El primer problema ocurrió en un tiro libre otorgado al PSG después de que Neymar recibiera una falta al borde del área. Alves cogió el balón con sus manos y Cavani se lo pidió para poder cobrar la falta, pero el defensa brasileño se lo escondió y se lo entregó sin mayor problema a su compatriota Neymar. Fue considerada toda una falta de respeto para la antigüedad de Cavani.

El segundo inconveniente surgió cuando el PSG tuvo un penalti a favor, Cavani se apoderó de la pelota y se negó a cedérsela a Neymar. El uruguayo cobró la pena máxima con tan mala suerte de que falló el tiro. Dichos impases abrieron infinidad de rumores y tensionaron el ambiente del vestuario del PSG, el cual ha vuelto a sacudirse este 2018 con dos nuevos inconvenientes.

Impuntualidad perjudicial

El argentino Javier Pastore y el uruguayo Edinson Cavani se incorporaron tardíamente a los entrenamientos del PSG que daban inicio al año 2018, lo cual generó una gran inconformidad en el capitán del equipo, el brasileño Thiago Silva. "Sigo pensando que lo que hicieron no está bien para el grupo y el club. La verdad que estamos molestos porque estamos en una parte importante de la temporada. Las personas tienen que pensar antes de hacer las cosas ya que esto no es bueno", afirmó Silva en declaraciones a medios franceses después del triunfo del PSG sobre el Amiens por la Copa de Francia.

El lío no paró ahí, pues Silva también afirmó que la tardía llegada de Javier Pastore podía deberse a que el argentino quería marcharse del equipo, lo cual Pastore negó rotundamente en un comunicado escrito en su cuenta oficial de Instagram: "Nunca hablé con Thiago Silva sobre mi problema o mi futuro. Nunca presiono a nadie, no es mi estilo".

Cavani fue apartado del equipo por dos partidos mientras que Pastore aún no ha disputado ni un solo minuto este año.

La voz de la afición parisina 

El pasado 17 de enero, el PSG apabulló al Dijon 8 goles a 0 por la jornada 21 de la Ligue 1, Neymar anotó la mitad de los goles, y Cavani por su parte igualó al sueco Zlatan Ibrahimović como el máximo goleador de la historia del club. Parecía un partido redondo para el PSG. Sin embargo no fue así, pues el volátil vestuario parisino y su afición demostraron que no son felices incluso hasta con un marcador favorable de 8 a 0.

El inconveniente surgió cuando en los últimos minutos de juego se pitó un penalti a favor del PSG y el brasileño Neymar se apropió de la pelota para cobrar la falta. El público en el estadio Parque de los Príncipes pedía que el cobrador fuera el uruguayo Edinson Cavani, para que de esta forma tuviera la inmejorable oportunidad de superar a Ibrahimović como el goleador histórico del PSG.

Neymar no atendió el pedido de la afición y esta empezó a abuchearlo incluso momentos antes de cobrar la pena máxima. Neymar anotó, pero ni siquiera celebró el gol, no festejó con sus compañeros una vez finalizado el encuentro, recogió la pelota de manos del colegiado al haber sido el héroe del partido con cuatro goles pero no atendió a medios de comunicación y se marchó del campo de juego con una abismal seriedad. El problema del PSG ahora no solo le concierne al vestuario, su afición también se ha hecho sentir, ha tomado cartas en el asunto. 

 

Latin American Post | Javier Aldana

Copy edited by Susana Cicchetto

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