Bienestar

Síndrome del pulgar: el riesgo del uso excesivo del celular

El uso descontrolado de móviles, tabletas y ordenadores es una de las principales causas de la artrosis del pulgar

Síndrome del pulgar:

A la ‘artrosis del pulgar’ o ‘rizoartrosis’ se le conoce principalmente por ser una enfermedad degenerativa de las articulaciones, que afecta principalmente a las que se encuentran ubicadas en la base del pulgar. Esta nueva enfermedad se suma a otras lesiones muy comunes como son: el síndrome del túnel carpiano, la tendinitis, y la cefalea tensional, originadas principalmente por el descontrolado y excesivo uso de ordenadores, móviles y tabletas.

Los expertos dicen que genéticamente las mujeres tienen mayores posibilidades de padecer enfermedades de este tipo

Víctor Galán, director de la III Jornada de Cirugía de la mano, que se celebró en Valencia, España, el pasado 20 de octubre, afirmó que: “este problema se da principalmente y con mayor frecuencia en las mujeres, ya que no solo existe un componente genético, sino que la mujer por su naturaleza presenta una mayor elasticidad en las articulaciones, lo que permite que éstas tengan una mayor y libre movilidad, pero hace a su vez que se desgasten con mayor rapidez”. La artrosis del pulgar puede llegar a afectar a siete de cada diez personas entre hombres y mujeres, y particularmente se desarrolla después de los 40 años de edad.

El síndrome del pulgar afecta a 7 de cada 10 personas y se tiende a desarrollar después de los 40

Esta enfermedad se manifiesta a partir de síntomas como: hinchazón, dolor o sensibilidad en la base del pulgar, crepitación, es decir, un chirrido en la articulación al moverla, dificultad para agarrar objetos y por tener un rango de movimiento limitado.

Por ello, los profesionales de la salud recomiendan como tratamientos para esta enfermedad: tomar medicamentos anti-inflamatorios no esteroídes, utilizar compresas de hielo por lapsos de tiempo de entre 5 a 15 minutos, realizar terapia física u ocupacional, utilización de férulas para restringir el movimiento, en este caso el del pulgar, y la aplicación de inyecciones de esteroídes en la articulación.

La terapia física puede ayudar a tratar la enfermedad, así como medicamentos anti-inflamatorios o inyecciones de esteroides en la articulación

Cuando el caso es más extremo, los médicos recurren a realizar una exploración manual, acompañado de una radiografía, para así confirmar o descartar la existencia de una artrosis, porque en casos más extremos, la osteoartrosis puede ocasionar que las articulaciones se flexionen demasiado, llegando así a desencadenar lesiones de mayor riesgo porque pueden comprometer otros músculos, huesos, y hasta nervios. 

 

Latin American Post | Sebastián Muñoz Rodríguez

Copy edited by Laura Rocha Rueda

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