La suerte no acompaña a Lula da Silva

El pasado 8 de noviembre Luis Ignácio Lula da Silva, de 74 años, quedó en libertad tras una polémica decisión de la Corte Suprema de Brasil. El expresidente, acusado de corrupción, estuvo en prisión durante 580 días. Sin embargo, la dicha no le duró mucho a Lula tras su salida, pues el 27 de noviembre, el tribunal de segunda instancia ratificó y aumentó su condena a 17 años y 1 mes de prisión.

Esta condena, que fue emitida en febrero, es por corrupción pasiva y blanqueo de capitales en el conocido “caso de Atibaia”. En esa primera instancia, Lula había sido condenado a 12 años y 11 de meses de cárcel. Fue el Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región, en Porto Alegre, el ente que por unanimidad decidió ratificar la condena ya que para los tres magistrados está “comprobado que Lula se benefició de las obras por cerca de un millón de reales (unos US$ 236.000) que las constructoras Odebrecht y OAS hicieron en una casa de campo situada en el estado de Sao Paulo, a cambio de favorecer a las empresas en contratos con la estatal Petrobras”, explica El País.

El instructor, Joao Pedro Gebran Neto, afirmó que "tenemos amplia documentación de pruebas, con informes periciales, documentos, bienes, referencias de testigos de que él (Lula) utilizaba el inmueble". La defensa del ex presidente le había solicitado al Tribunal anular la condena con base en el fallo de la Corte, pero los magistrados, al contrario, subieron la pena impuesta. Por el momento, gracias a la decisión de la Corte, Lula permanecerá en libertad.

Según EFE, al conocerse la decisión, al defensa del ex mandatario aseguró que existe persecución política y jurídica contra Lula. El abogado Cristiano Zanin Martins declaró que "vimos argumentos políticos siendo presentados en vez de argumentos jurídicos. La cuestión del derecho quedó despreciada".  

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Por medio de su cuenta de Twitter, Lula da Silva publicó mensajes que hacen alusión a su inocencia:

Ganaré cada demanda contra mí exponiendo sus mentiras. Mi inocencia está probada en el expediente del caso. No tienen pruebas, lo que tienen es una tesis: que Lula no puede ser liberado.

Sé que viviré una vida de gran lucha en el futuro. Pero quien sabe quién es inocente, no tiene miedo de pelear.