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El eco de la marimba: cultivando el cambio social en el Pacífico colombiano

En el Pacífico de Colombia, Juan Tenorio fabrica marimbas, creyendo en el poder de la cultura para fomentar el cambio social en medio del abandono estatal.

En los rincones apartados y a menudo pasados por alto de la costa del Pacífico de Colombia, continúa resonando la profunda resonancia de la marimba de chonta, un testimonio del rico patrimonio cultural de la región y su incesante búsqueda de cambio social a través de la preservación cultural. En el corazón de este movimiento se encuentra Juan Tenorio, un luthier cuyo trabajo encarna la creencia de que el camino hacia la transformación social reside en la expresión cultural.

Creando armonía: el arte espiritual de la fabricación de marimba

La marimba está lejos de ser un instrumento común y corriente. Su importancia se extiende más allá de su encanto musical; une el Pacífico con África y resume el conocimiento indígena de las maderas con las que se elabora. Tenorio, hablando desde su taller en Tumaco, Nariño, comparte ideas sobre la espiritualidad y la intrincada artesanía involucrada en la creación de una marimba. El proceso está profundamente entrelazado con la naturaleza, requiere el montaje durante la marea baja para mejorar su sonido y considerar las fases lunares para garantizar el estado óptimo de la madera.

Según Tenorio, este instrumento de percusión lleva las voces de su región. Tradicionalmente, cada marimba se elabora y afina para un cantante específico, una ‘cantora’, y el proceso de afinación comienza desde el centro y se extiende hacia afuera bajo la guía del tono de la ‘cantora’. Esta tradición subraya el papel de la marimba como vehículo de expresión espiritual y comunitaria, distinguiéndola de sus contrapartes occidentales.

La esencia conmovedora de la marimba se atribuye a la cuidadosa selección y tratamiento de su material, específicamente, la madera de chonta, que debe secarse en el bosque en lugar de en entornos urbanos para preservar su calidad tonal. La dedicación de Tenorio a este oficio es evidente en su meticuloso proceso de selección, donde solo una fracción de la madera cosechada cumple con sus estrictos estándares para crear un instrumento que toca música y cuenta la historia de su gente.

Tesoro cultural: preservando la herencia afrocolombiana

Al reconocer el papel fundamental de la marimba en la cultura afrocolombiana del Pacífico, Tenorio se embarcó en la misión de compartir este tesoro cultural con las generaciones futuras. Estableció una escuela destinada a enseñar las artes y la espiritualidad del Pacífico Sur, integrando la vida diaria con la educación cultural. Para Tenorio, la revolución cultural trasciende el conflicto armado; se trata de guiar a su comunidad hacia un futuro mejor y más iluminado.

El viaje de Tenorio comenzó en su juventud cuando lideró una revuelta contra los juguetes de plástico en Tumaco, abogando por la autenticidad cultural y la unidad comunitaria a través de danzas y artesanías tradicionales. Esta rebelión infantil evolucionó hasta convertirse en un compromiso de por vida con la educación y el empoderamiento artístico, con Tenorio y su esposa dedicando sus vidas a enseñar música, danza y confección de prendas tradicionales.

La Fundación Afrocolombiana Casa Tumaco, fundada por Tenorio, sirve como un faro de esperanza y orgullo cultural, ofreciendo lecciones de marimba, canto, baile y elaboración de instrumentos. Tenorio pretende instigar el cambio social a través de estas actividades incorporando valores culturales en el tejido de la identidad de su comunidad.

Uniendo luchas: desafíos y persistencia

A pesar de los esfuerzos de Tenorio, los desafíos persisten. Tumaco, como muchas partes de la región del Pacífico de Colombia, necesita más acceso a agua potable, educación, atención médica y electricidad confiable. La lucha por los servicios básicos está entrelazada con una lucha más amplia por el reconocimiento y los derechos culturales.

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Sin embargo, a través de los ritmos de la marimba y las enérgicas voces de su gente, la visión de Tenorio de una comunidad culturalmente rica y socialmente consciente continúa inspirando. La marimba de chonta, en manos de Tenorio, se convierte en más que un instrumento; es un símbolo de resiliencia, un llamado a la acción y un recordatorio del poder transformador de la cultura para dar forma a un futuro mejor para la costa del Pacífico de Colombia. En medio de los desafíos, la gran dama del Pacífico, como Tenorio llama cariñosamente a la marimba, continúa sonando, anunciando un amanecer esperanzador para las comunidades marginadas de la región.

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