ECONOMÍA

El sector bancario de Ecuador protesta contra la propuesta de impuestos ‘discriminatorios’ en medio de los esfuerzos de financiación contra el crimen

La Asociación de Bancos Privados de Ecuador (Asobanca) ha denunciado públicamente lo que percibe como un trato discriminatorio en la propuesta de reforma tributaria destinada a financiar la lucha del gobierno contra el crimen organizado, lo que desató un debate a nivel nacional sobre equidad fiscal y sostenibilidad económica.

Fuerte oposición del sector bancario

En una protesta significativa contra las medidas fiscales propuestas, la Asociación de Bancos Privados de Ecuador (Asobanca) ha expresado su fuerte oposición a lo que llama un enfoque “discriminatorio” en las discusiones en curso para financiar la ofensiva del gobierno contra el crimen organizado. En medio de un llamado más amplio a la unidad nacional contra las amenazas a la seguridad y el terrorismo, el sector bancario se encuentra en el centro de un polémico debate sobre las reformas tributarias que actualmente se están considerando en la Asamblea Nacional.

El meollo de la controversia reside en el proyecto de ley de reforma tributaria, que sugiere una contribución general del sector productivo para reforzar los esfuerzos del Estado contra el crimen. Sin embargo, Asobanca sostiene que la industria bancaria recibe un trato diferenciado e injusto. “No podemos aceptar que nos carguen con lo que debería ser un aporte realizado bajo principios de proporcionalidad racional y equidad entre los diferentes sectores empresariales, no bajo criterios políticos de odio y discriminación”, afirmó la asociación en un comunicado en la plataforma de redes sociales X.

Asobanca ha expresado su frustración por que se le haya negado dos veces la oportunidad de presentar su caso ante la comisión especializada de la Asamblea, una medida que, según afirma, infringe su derecho a expresar sus preocupaciones, particularmente en relación con el impacto adverso que las medidas propuestas tendrían en el acceso al crédito de miles de personas. de empresas y familias ecuatorianas. La asociación advierte que una menor disponibilidad de crédito conduciría inevitablemente a menos empleos, menores oportunidades para todos, un crecimiento económico más lento y, paradójicamente, menores ingresos fiscales.

Apelación a la racionalidad en las iniciativas legislativas

“¡Basta de fundamentar las iniciativas legislativas en sesgos ideológicos e informaciones falsas que comprometen la estabilidad financiera de los bancos!” Enfatizó Asobanca, destacando la naturaleza altamente regulada del sistema financiero y su importante contribución a los ingresos del Estado en relación con su tamaño.

La alarma del sector bancario resuena en un contexto de nuevas inversiones deseadas en el país, yuxtapuestas a una creciente inseguridad jurídica y arbitrariedad, inicialmente dirigidas a los bancos privados pero potencialmente amenazando a otros sectores productivos en el futuro. El “impuesto confiscatorio” propuesto podría aumentar la carga fiscal al 76%, impactando la solvencia de los bancos y reduciendo significativamente su capacidad crediticia en aproximadamente $4 mil millones.

La propuesta legislativa encabezada por el grupo parlamentario Revolución Ciudadana (RC), asociado al expresidente Rafael Correa, incluye gravar las ganancias extraordinarias de los bancos y aumentar el impuesto a la salida de divisas del 3,5% al 5%. Esta iniciativa surge en respuesta a la propuesta legislativa del presidente Daniel Noboa destinada a financiar la llamada “guerra contra el terrorismo”, que incluye medidas como aumentar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 12% al 15%, medida criticada por progresistas y facciones de izquierda por afectar desproporcionadamente a los pobres y a la clase media.

Desmentir las afirmaciones de rentabilidad

La postura de RC sobre las “beneficios exorbitantes” del sector bancario en los últimos años ha alimentado su argumento a favor de mayores contribuciones de aquellos con mayor capacidad financiera. No obstante, Asobanca contrarresta esta narrativa, insistiendo en que el sector bancario fue solo el décimo más rentable en términos de rendimiento financiero en 2022 y destacando que las contribuciones fiscales de los bancos se triplicarán bajo un nuevo régimen de autorretención, aumentando de aproximadamente 123 millones de dólares a a 360 millones de dólares al año.

El debate refleja preocupaciones sociales más amplias, y RC argumenta que sus propuestas tienen como objetivo aliviar la tensión financiera de la mayoría de los ecuatorianos, que han enfrentado una serie de medidas fiscales desde la pandemia de COVID-19 en 2020. “Ecuador, donde los niveles de desigualdad han aumentado, no puede pedir a la clase media y a los más pobres que carguen con el peso de una crisis que también cuesta vidas”, afirmó RC en enero, en referencia al aumento de la inseguridad y la violencia debido a las actividades del crimen organizado.

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Mientras Ecuador lidia con estos complejos desafíos fiscales y sociales, el enfrentamiento entre Asobanca y los proponentes de la reforma tributaria resalta el intrincado equilibrio entre financiar funciones estatales críticas y garantizar el crecimiento económico y la estabilidad. El debate en curso subraya la necesidad de soluciones equitativas que aborden las preocupaciones urgentes de seguridad sin socavar la salud financiera de sectores críticos ni imponer cargas indebidas a las poblaciones más vulnerables del país.

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