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“Air: La historia detrás del logo”: Una fantasía capitalista en Prime Video

La película de Ben Affleck sobre la firma de uno de los contratos más lucrativos de la historia del deporte apunta a ser una mezcla entre el drama deportivo y corporativo. Esta es nuestra reseña de “Air: La historia detrás del logo”, disponible en Prime Video.

Fotograma de la película 'Air: La historia detrás del logo'

Foto: Warner Bros Pictures

LatinAmerican Post | Juan Andrés Rodríguez

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En el canon de la mitología capitalista, el héroe es un sujeto que gracias a su carisma, talento, pasión y rebeldía transforma el panorama del "libre mercado". Se le conoce como una persona que "disrumpe" el sistema para ganar más dinero del que se puede gastar en vida y, con ello, encarna la fantasía del "sueño americano". Hollywood se ha encargado de dar forma al panteón de estas figuras y tiene un lugar especial para aquellas que se entrelazan con otro de sus mitos favoritos: el atleta en ascenso. Es una fórmula irresistible para los grandes estudios y que en su última iteración se concentra en el origen de las zapatillas deportivas más famosas de la historia. Te contamos sobre esta producción, lo nuevo de Prime Video.

"Air", dirigida por Ben Affleck y escrita por Alex Convery, es una crónica de la firma del contrato de Michael Jordan con Nike por los Air Jordan, la línea de calzado de basketball que revolucionó la NBA y la industria de patrocinios deportivos. La cinta se centra en el aspecto corporativo desde la perspectiva de Sonny Vaccaro (Matt Damon), cazatalentos de basketball para Nike en 1984, año en que Jordan debutó en el draft de la NBA. Vacarro es acreditado por conseguir el trato para la empresa del “swoosh”, con el apoyo del vicepresidente de mercadeo Rob Strasser (Jason Bateman) y el cofundador de la compañía Phil Knight, interpretado por Affleck. Chris Tucker como Howard White, vicepresidente de la marca Jordan; Matthew Maher como el diseñador Peter Moore; Chris Messina como el legendario agente deportivo David Falk; y Viola Davis como Deloris Jordan, la madre de Michael, completan este reparto estelar de la producción disponible en Prime Video.

El guion se queda muy corto en elaborar el potencial de los hechos y obliga, con esto, a Affleck a rebuscar elementos para sostener el ritmo. Es gracias a su dirección eficaz, apoyada en los deleites de la estética ochentera y el talento del elenco, que "Air" logra un drama lo suficientemente sólido para cumplir las expectativas de un “crowd-pleaser” y posible candidato en la temporada de premios. Pero el resultado es frustrante, porque a pesar de algunas apuestas en la narrativa y el lenguaje visual, la cinta se decanta por lo convencional en una historia que irónicamente se presenta como los riesgos de un negocio sin precedentes y termina en una romantización simplista del capitalismo. 

(De)Construir una leyenda

Si bien el drama deportivo nunca va a perder su vigencia, ha tenido una decaída en los últimos años. Mientras tanto, el drama corporativo está en un momento de resurgimiento, algo que se le puede atribuir al éxito de series como "Succession", de HBO. Para competir con esto, Prime Video hace una mezcla. La audacia de “Air” está en su apuesta por la mezcla de estos dos géneros y el juego con sus convenciones, pero es una idea que no termina de compaginar. Se emplea la fórmula del “underdog” para generar empatía con la misión de Vaccaro y la posición de Nike en el mercado, se eleva así el melodrama con la amenaza del cierre de la división de basketball. Como es una historia cyo resultado ya conocemos, la tensión está en la ejecución de la negociación. Si bien hay buenos momentos, gracias al trabajo de Messina como un errático y furibundo agente, esto no funciona porque el guion ridiculiza la competencia corporativa ¿Cómo entusiasmarse cuando no hay una verdadera amenaza? 

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Ese enfoque tiene una contraparte “positiva” en dar el único aspecto diferenciador: nunca se presenta a Michael Jordan en pantalla. Se explora la construcción del concepto de Jordan como el talento único de una generación desde el aparato corporativo, la necesidad de un diferenciador que consolide su estatus y legado. Se elabora una figura mesiánica que puede ser “adorada” y “explotada” por una ganancia, un potencial que en breves instantes hace alusión a la explotación laboral en Asia y un subtexto del fetichismo de la mercancía, pero que lastimosamente es enterrado en apologías a las ideas del “mérito” y “talento” en el libre mercado. 

El atractivo de los nuevos dramas corporativos es la ambigüedad moral de sus protagonistas y el conflicto se deriva de la humanidad en contraste con las lógicas maquiavélicas de control y poder. En “Air”, se renuncia a esa complejidad, sus personajes están enmarcados en la unidimensionalidad del sacrificio, la pasión por el trabajo y la filantropía, con el descaro de presentar como actos de abnegación o inspiradores la toma de decisiones en favor de los intereses económicos de una empresa billonaria.

El nivel del talento involucrado hace que “Air”, en Prime Video, destaque en medio de la sobreproducción de contenido para streaming, pero se conforma por lo simple y efectivo de la fantasía capitalista. Eso no la convierte en una mala película, pero las audiencias que busquen un producto memorable o innovador sobre el mundo corporativo tendrán que conformarse con un comercial de 90 millones sobre el logro “inspiracional” de Nike para apilar millones sobre sus millones. 

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