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“Succession” en América Latina: ¿Quiénes son los Roy de la región?

¿A qué se debe el éxito de "Succession" en la región? Te contamos cómo se pueden entender, con la exitosa serie de HBO, las dinámicas del dinero y el poder en Latinoamérica.

Fotograma de la serie 'Sucesión'

Foto: HBOMax

LatinAmerican Post | Juan Andrés Rodríguez

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La producción de HBO está consolidando su estatus como una de las mejores series de la historia con su última temporada, pero muchos aún se preguntan cómo puede ser interesante o relevante la lucha de una familia billonaria por el control de su empresa.  La sorpresa es que con "Succession" se pueden entender las dinámicas del dinero y el poder en Latinoamérica. Te contamos por qué.

La familia Roy está inspirada en los magnates de medios y sus conglomerados empresariales que por casi un siglo han dado forma al panorama social, económico y político de Estados Unidos: Los Murdoch y la corporación FOX, los Redstone y Paramount Global, los Cox y la Cox Enterprises, etc. Por medio de la sátira, la serie ha disipado un poco la cortina de humo que esconden los intereses de ese mítico 1% y sus mecanismos de acción para favorecerse.

Estas dinámicas de dinero y poder no son exclusivas del contexto norteamericano y en el caso de Latinoamérica, en el que la corrupción parece costumbre, la serie puede leerse como una indagación sobre las familias que tienen el control de la región y como lo ejercen.

De infraestructura a deportes: Los Slim y el Grupo Carso

¿Qué tienen en común los Diablos Rojos del México y The New York Times? La respuesta a lo que parece un mal chiste es que ambos tienen como accionista al grupo Carso, liderado por Carlos Slim, la persona más rica de Latinoamérica con una fortuna de 86 billones de dólares, que equivale al 6% del PIB de México. El conglomerado tiene inversiones en todos los sectores imaginables: infraestructura, comercio, telecomunicaciones, cultura, restaurantes, deportes y editoriales. Solo basta decir que el presidente de turno debe tener una línea abierta a las llamadas que vengan de la plaza Carso (sede principal construida por la familia con un costo de 1.4 billones de dólares).

Slim es hijo de inmigrantes libaneses y empezó sus negocios en 1951, a los 11 años, con una inversión en un programa gubernamental de ahorros. El año siguiente compró acciones en un banco de México y tres años después era accionista en el banco más grande del país. Su formación como ingeniero civil lo ayudo a evaluar los prospectos de negocio en infraestructura.

En 2019 Manuel López Obrador, presidente de la república, insinuó que Slim se retiraría a finales de 2024 y aunque eso está por comprobarse, todo apunta a que su hijo mayor, Carlos Slim Domit, se está preparando para asumir el cargo principal. Es presidente de la junta administrativa de Carso y América Móvil, las dos principales líneas de negocio. En este escenario también hay un Roman en la lista de espera, Patrick Slim Domit quien maneja el grupo Sanborns de comercio. Hasta se puede encontrar un Tom Wambsgans con Arturo Elías Ayub, su yerno, quien dirige contenidos en UNO TV, Claro Sports y ha formado perfil de celebridad como jurado de Shark Tank Mexico (una similitud que no parece coincidencia).

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Bebidas y poder: los Santo Domingo y Los Ardila Lülle

En "Succession", Logan Roy creó su emporio desde los medios de comunicación, pero hay muchas fuentes de riqueza. En el caso de Colombia, dos familias tradicionales lo hicieron desde el mismo producto: las bebidas.

La historia de los Santo Domingo, dueños del grupo Valorem, empieza con la compra hostil de la cervecería Bavaria en 1969. En cabeza de Julio Mario, la empresa empezó a adquirir acciones en muchos sectores (aeronáutica, entretenimiento, petróleo, etc). Actualmente, tiene en su portafolio dos de los medios de comunicación más importantes del país (Canal Caracol y El Espectador), además de comercios minoristas y servicios ambientales como refinamiento de madera.

El rumbo de la familia después de la muerte del patriarca en 2011 es algo excéntrico y su patrimonio se ha reducido notablemente. Su hijo mayor falleció en 2009, por lo que su segundo hijo, Alejandro, asumió el control de la empresa, con lo que se convirtió en uno de los billonarios más jóvenes del mundo. Los nietos se han distanciado del negocio familiar, aunque se benefician de la fortuna: Tatiana Santo Domingo se casó con Andrea Casiraghi y ahora es miembro de la familia real de Mónaco, mientras que su hermano Julio Mario Santo Domingo III es DJ en fiestas de celebridades en Nueva York.

En contraparte, están los Ardila Lülle, con quienes rivalizaron en los 90. Carlos Arturo creó su fortuna con las refinerías y las bebidas azucaradas. Ambos magantes tenían compromiso de no incursionar en el mercado del otro, pero Ardila rompió el pacto entrando a las bebidas alcohólicas y eventualmente perdió la pelea al tener que vender las marcas a su rival. Amplió su portafolio con la compra de un medio de comunicación (RCN) e inversiones en equipos deportivos. Su primer hijo, Carlos Julio, heredó el control de la organización en 2021 tras la muerte de su padre, una tendencia que puede dar idea del rumbo de la serie.

La organización Ardila Lülle tiene uno de los casos más claros de la articulación de los diferentes recursos en servicio de un interés particular. En 2016 en el senado se debatía una ley para incrementar los impuestos en alimentos ultraprocesados como las gaseosas y desincentivar su consumo, lo que claramente afectaba sus ingresos. Fue evidente el poder de cabildeo en el congreso y el cambio en la línea editorial que presentaba la ley como posible causa de despidos y reducción de ingresos para las tiendas de barrio. Al final fue rechazada. 

"Succession" no solo presenta una historia sumamente entretenida y con una producción de alta calidad, sino que desmitifica la “imparcialidad” de los medios tradicionales al demostrar cómo se articulan con los grandes conglomerados y sirven a los intereses de sus dueños. Esta mirada crítica es vital en Latinoamérica, donde la influencia de estos grupos en lo político y social es de gran alcance. El final de la saga de los Roy tan solo es el comienzo de una nueva mirada a la riqueza, el poder y el dinero en el mundo moderno.

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