ECONOMÍA

ABC de la reforma pensional en Uruguay: ahora las jubilaciones serán a los 65 años

El gobierno de Uruguay celebró la aprobación de una reforma pensional que aumenta la edad mínima de retiro de 60 a 65 años. ¿Qué otros puntos clave contiene esta nueva ley?.

Luis Lacalle Pou

Foto: TW-Luis LacallePou

LatinAmerican Post | Christopher Ramírez Hernández

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El sistema pensional de Uruguay se enfrenta a desafíos demográficos y financieros que lo hacen insostenible a largo plazo, según explicó el gobierno del presidente Luis Lacalle Pou. Por eso, fue el mismo Ejecutivo el que celebró que el Congreso de ese país aprobara una reforma de jubilación cuya mayor polémica es el aumento de la edad mínima de retiro de los 60 a los 65 años.

La medida, impulsada por el bloque oficialista de centroderecha, pretende contener el gasto público en pensiones y asegurar la sostenibilidad económica del sistema previsional. Sin embargo, la oposición del Frente Amplio y los sindicatos critican la reforma por considerar que perjudicará a la mayoría de los trabajadores.

Puntos más importantes

Cabe recordar que el envejecimiento de la población es un fenómeno que afecta a muchos países del mundo y Uruguay hace parte de este gran grupo. Como menciona la Comisión de Expertos en Seguridad Social, grupo encargado de construir el texto de la reforma, la relación entre la cantidad de trabajadores activos y la cantidad de jubilados se ha invertido en las últimas décadas. Esto pone en riesgo la sostenibilidad del sistema previsional en el largo plazo.

Por esto, desde los altos mandos del Gobierno uruguayo se tomó la decisión de plantear una serie de reformas en este ámbito. En LatinAmerican Post explicaremos algunas de las más importantes.

1. Aumento en la edad de jubilación

Como se mencionó al inicio de este artículo, una de las medidas más destacadas de esta reforma es la elevación de la edad mínima de retiro. Se irá incrementando de manera progresiva hasta llegar a los 65 años, siempre y cuando se cuenten con 30 años de aportes jubilatorios.

Ahora, también se prevé la posibilidad de retirarse a los 63 años en el caso de haber aportado 38 años. Además, se modifica la forma de calcular el sueldo básico jubilatorio, que pasará a tener en cuenta los mejores 20 años trabajados en lugar del promedio de los últimos diez años, que es como se mide el actual régimen pensional.

Esta modificación ha sido criticada por algunos sectores, que la consideran insuficiente o que podría generar un impacto negativo en ciertos grupos de la población. Por ejemplo, hay quienes señalan que elevar la edad de retiro podría perjudicar a los trabajadores más precarizados, que suelen tener empleos más exigentes y no cuentan con una buena protección social.

2. Aporte a las AFAP

De acuerdo con la Comisión de Expertos en Seguridad Social, la reforma debía incluir un “Principio de igualdad y reglas de convergencia”. En el caso de la forma cómo se harán los aportes, se cumplirá por medio de la afiliación obligatoria a las AFAP (administradoras privadas de ahorro individual).

De acuerdo con la ley ya aprobada, todos los nuevos trabajadores tendrán que aportar un 5% de su salario a las AFAP, además del 10% que se destina al estatal Banco de Previsión Social.

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3. Suplemento solidario y posibilidad de seguir trabajando

Otro punto importante es que el nuevo sistema abriría la posibilidad de que los jubilados puedan seguir trabajando, mientras cobran su pensión. Es decir, contrario al régimen actual, las personas que aparecen como jubilados ante los registros estatales, podrán seguir laborando si así lo desean, pero no en el sector en el que se jubilaron.

Esto, según expertos, puede ser beneficioso tanto para los jubilados que desean seguir trabajando como para la economía en general, al mantener una fuerza laboral activa y experimentada.

Asimismo, y bajo la línea de tener un ingreso mayor al alcanzado con la pensión, la reforma previsional otorgará un suplemento solidario de hasta 14.000 pesos uruguayos (360 dólares) para las jubilaciones más bajas. Es decir, para las personas que, aunque lograron pensionarse, no cuentan con los recursos necesarios para llevar una vida digna.

Lo que se quiere con esto, por supuesto, es mejorar la equidad en el sistema previsional, tanto en cuestión económica como social.

4. Aumento en pensión por viudez o invalidez

La reforma previsional en Uruguay también busca aumentar los topes de ingresos para las personas que soliciten pensiones y que actualmente son rechazadas por pequeñas diferencias monetarias.

De acuerdo con el vicepresidente del Banco de Previsión (BPS), Daniel Graffigna, si el solicitante vive con alguien que gana más de $20.500 (524 dólares), por ejemplo, es difícil que se le otorgue la pensión. Sin embargo, con la nueva reforma, se dejaría de descartar a las personas que se pasan del límite de ingreso establecido y se otorgaría la pensión con un descuento del 33% de lo que esa persona se exceda en ingresos en comparación al tope exigido para la prestación.

Es decir, si el solicitante gana $3.000 (76,76 dólares) más que el tope, la prestación que recibiría tendría una rebaja de $1.000 (25,59 dólares). Esto facilitaría el acceso a las pensiones y reduciría la burocracia de tener que demostrar erogaciones por concepto de medicamentos o gastos de salud para abatir el tope de ingresos.

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