Bienestar

Clima y estado de ánimo: ¿Realmente están relacionados?

Se suele pensar que las circunstancias climáticas pueden afectar la forma en que nos sentimos. ¿Es esto real? Te contamos qué dicen las investigaciones sobre la relación entre clima y estado de ánimo.

mujer bajo la lluvia

Foto: Pexels

LatinAmerican Post | María Fernanda Ramírez Ramos

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En el día a día es común que se asocien estados de ánimo o emociones con las temperaturas. Es de ahí que se menciona que una persona es muy fría o que no hay nada como el calor de hogar. En los países con estaciones se suele decir que los meses más alegres son el verano y la primavera, y que en el invierno hay personas que se deprimen. Por su parte, en los países sin estaciones también existe la creencia popular de que las personas que viven en climas templados son más alegres, fiesteras o abiertas. De hecho, una investigación titulada "La temperatura de las emociones" halló que existen "asociaciones consistentes entre emociones y conceptos de temperatura a nivel explícito en todos los idiomas".

Trastorno afectivo estacional: tristeza en invierno 

En los países que tienen estaciones es común encontrarse con que el estado de ánimo de las personas cambia en el invierno. A este se le conoce como trastorno afectivo estacional (SAD). Se trata de un tipo de depresión que ocurre a finales del otoño y durante el invierno, que suele desaparecer en primavera, de acuerdo con una publicación de la Universidad de Harvard. "Se desconoce la causa exacta del SAD, pero la investigación apunta a la falta de luz como el principal contribuyente", señala dicha universidad. 

Por otra parte, la Universidad de Yale cuenta con una clínica de investigación de depresión de invierno, dedicada a investigar las causas del SAD y cómo prevenirlo. Este centro médico señala que este trastorno es más frecuente en las zonas alejadas del Ecuador y es más usual en mujeres que en hombres. Cuando una persona experimenta SAD tiene una sensación de tristeza, cansancio, baja autoestima y desánimo.

De acuerdo con los investigadores de Harvard, esto sucede porque la luz ayuda a regular el ritmo circadiano, aquel "reloj" interno que regular nuestras actividades, metabolismo y sueño, entre otras cosas. Así, la falta de luz genera que el cerebro "produzca demasiada melatonina, la hormona del sueño, y libere menos serotonina, la sustancia química del cerebro que se siente bien y que afecta el estado de ánimo". Por esta razón, se está innovando en el área médica a través de terapias de luz, para suplir la ausencia de la luz natural.  

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El cambio climático también afecta el estado del ánimo

El cambio climático tiene diversas formas de afectar el estado de ánimo y la salud mental de las personas. En primer lugar, está relacionado con la ansiedad climática, que consiste en tener pensamientos y emociones negativas, de angustia o miedo por la crisis que vive la humanidad. 

Por otra parte, los fenómenos climáticos extremos cada vez serán más frecuentes. Las inundaciones, sequías, tormentas, olas de calor o incendios forestales, entre otros, aparecerán con más frecuencia. Así, las condiciones climáticas tal como las conocemos, y estamos acostumbrados, irán cambiando. Entonces, es muy probable que esto impacte en nuestras emociones. De hecho, las temperaturas extremas (tanto muy altos como muy bajas) suponen un estrés para las personas, pues limitan las actividades. 

"Los fenómenos relacionados con el cambio climático, como los eventos meteorológicos extremos (EWE), tienen el potencial de afectar el estado de ánimo y el comportamiento de los niños", señala una investigación de la Universidad de Mercer en Estados Unidos. Además, señala que el estrés postraumático es la consecuencia más común. Esto puede tener consecuencias en el desarrollo de las personas. Por eso, es importante generar estrategias que ayuden a las comunidades a desarrollar resiliencia y adaptarse a las situaciones, así como prevenir los posibles desastres.

Clima y estado de ánimo: se trata de adaptación

Son muchas las investigaciones que se han hecho para evaluar el impacto del clima y las condiciones geográficas en las emociones, la sensación de bienestar y la felicidad. No obstante, hay múltiples opiniones y resultados al respecto, incluso contradictorios. Por ejemplo, una investigación publicada en el Journal of Hapinnes Studies encontró que los cambios en el clima parecían tener un impacto diferente en el cambio del estado de ánimo de las mujeres, que de los hombres. "Las mujeres son mucho más sensibles que los hombres al clima, y ​​la satisfacción con la vida disminuye con la cantidad de lluvia el día de la entrevista. Las temperaturas bajas aumentan la felicidad y reducen el cansancio y el estrés, elevando el afecto", señala la investigación.

Asimismo, indica que la adaptación a las condiciones climáticas es fundamental para lograr superar los estados negativos que, por ejemplo, se asocian a la lluvia. Es decir, si se está en un lugar frío y lluvioso, hay que buscar actividades satisfactorias en el interior. 

Lo cierto es que, las condiciones que nos rodean sí tienen un impacto en nuestro bienestar y en las emociones que tenemos. Aún así, cada persona es diferente y se pueden combinar muchos factores para que alguien presente depresión o malestar y no solamente se trata de una cuestión de clima. Sin embargo, debemos ajustar nuestra dieta y estilo de vida a las condiciones climáticas que nos rodean. Por ejemplo, la Vitamina D es relevante para muchas funciones en el cuerpo y proviene de la luz solar. Así, si nos encontramos mucho tiempo alejados de la luz solar, es probable que necesitemos un suplemento médico de dicha vitamina. 

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