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Genocidio del pueblo Yanomami en Brasil: una tragedia anunciada que implica a Bolsonaro

La Corte Suprema de Brasil ordenó a la Fiscalía investigar a miembros del Gobierno de Jair Bolsonaro para determinar su responsabilidad en el genocidio del pueblo Yanomami.

fotografía del pueblo yanomami

Foto: Wikimedia- Ambar

LatinAmerican Post | María Fernanda Ramírez Ramos

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El lunes 30 de enero, Luis Roberto Barroso, del Supremo Tribunal Federal (STF) determinó que la Procuraduría General de la República (PGR), el Ministerio Público Militar (MPM), el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública (MJ) y la Superintendencia Regional de la Policía Federal de Roraima deben investigar la participación del Gobierno de Bolsonaro por acciones que condujeron a múltiples delitos. Así, la Corte Suprema de Brasil ordenó a la Fiscalía que investigue a exfuncionarios por su responsabilidad en el abandono del pueblo amazónico Yanomami y por cometer múltiples delitos ambientales en la Amazonía. 

La orden de Barroso también dictamina expulsar a mineros ilegales de las tierras indígenas Karipuna, Uru-Eu-Wau-Wau, Kayapó, Araribóia, Mundurucu y Trincheira Bacajá, así como la obligación del Gobierno Federal de presentar un informe de diagnóstico sobre la situación de las comunidades indígenas. Se estima que en la zona hay alrededor de 20.000 mineros ilegales, en búsqueda de otros recursos, que también son actores armados que ejercen violencia contra las poblaciones indígenas.

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La decisión se tomó respaldada en informes y solicitudes presentadas por la Articulação dos Povos Indígenas do Brasil (APIB), una organización que trabaja por los derechos de los pueblos originarios. “La elección del gobierno federal de desobedecer la legislación brasileña y las decisiones judiciales del Poder Judicial nacional se traducen concretamente en la situación que viven los yanomami: entre 25 y 30 mil buscadores han invadido y están destruyendo su territorio tradicional; la salud está seriamente comprometida, los casos de muerte por desnutrición y malaria son recurrentes, las mujeres y las niñas son seducidas por los invasores y prostituidas; la forma de vida tradicional no puede reproducirse debido a la inseguridad alimentaria; entre tantas otras formas de violencia contra los cuerpos y el territorio yanomami”, señala la APIB. 

Extractivismo y abandono estatal: una tragedia anunciada

Pese a lo terrible de la situación, no es del todo sorprendente. Desde hace años diversas organizaciones ya habían hecho denuncias sobre la situación en la que estaban viviendo los pueblos indígenas de la Amazonía. En este sentido, se trata de una tragedia anunciada. De hecho, la misma APIB en 2021 presentó denuncias ante la Corte Penal Internacional por el genocidio indígena que ya estaba cometiendo el gobierno de Bolsonaro. Asimismo, el STP en 2021 emitió órdenes de protección de los pueblos Munduruku y Yanomami ante las violencias ejercidas contra ellos, en gran medida causadas por los agentes que intervienen en la explotación de los recursos de la Amazonía.

Sin embargo, la grave situación de los pueblos indígenas continuó y parece que ha explotado, pues ya se están empezando a tomar medidas, aunque el sufrimiento humano ya no se pueda revertir. El 20 de enero de 2023 el presidente Lula da Silva decretó una emergencia sanitaria en la zona, que ha puesto en acción la atención a la población Yanomami.

El periodista brasilero Rafael Oliveira divulgó el 14 de diciembre, en el medio investigativo Agência Pública, un reportaje sobre la situación de abandono que ha vivido el pueblo Yanomami. En dicha investigación, se señala que "entre 2019 y 2021, al menos 404 niños menores de 5 años fallecieron en el territorio indígena por causas que podrían haberse prevenido o tratado". En este trabajo investigativo queda retratada la miseria en la que se ha sumido a esta comunidad por el abandono del estado. Hambre, enfermedades, degradación ambiental y violencia son factores que se combinan en esta crisis humanitaria y ambiental. 

Humberto Costa, senador y presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Senado ha divulgado a través de sus redes sociales múltiples cubrimientos periodísticos que se han hecho sobre la situación del pueblo Yanomami. Las imágenes son aterradoras y aunque muestran a las personas en situaciones de delgadez extrema y condiciones paupérrimas, se vuelven necesarias para comprender la dimensión del asunto. 

Justicia y reparación urgentes para los pueblos indígenas

Además de la necesidad de que la justicia actúe, investigue y condene a los responsables de esta situación, también es urgente que el nuevo gobierno de una respuesta adecuada a la crisis humanitaria. De hecho, como hemos señalado, Lula da Silva ya decretó la emergencia sanitaria en el territorio y estableció una Sala de Situación y el Centro de Operaciones de Emergencia de Salud Pública (COE-Yanomami). Esto ha permitido la llegada de las instituciones del Estado y de organizaciones sociales que se han desplazado hasta el Amazonas para evacuar a los enfermos. Se están atendiendo con prioridad a los cientos de niños con malnutrición crónica. Sin embargo, también hay muchos enfermos de malaria y problemas asociados con la deficiente nutrición. 

"En estrecha coordinación con otras agencias de Naciones Unidas en Brasil y organizaciones indígenas, UNICEF está articulando sus contribuciones en las áreas de salud, nutrición, agua, saneamiento y protección infantil. Las acciones se están desarrollando en coordinación con Sesai y Distritos Especiales de Salud Indígena (DSEI), con el objetivo de apoyar y complementar la respuesta de emergencia liderada por el Gobierno Federal en la atención de niños, adolescentes y mujeres embarazadas", señaló UNICEF en un comunicado de prensa.

Por otra parte, es necesario que se establezcan las garantías para que esta crisis no continúe repitiéndose. Para esto es imposible tener un abordaje que no considere los problemas medioambientales y del extractivismo. La fiebre del oro y por los recursos naturales en Brasil hoy está manchada de sangre, y también salpica a grandes multinacionales y empresas. Está comprobado que el gobierno de Bolsonaro entregó muchas facilidades a empresas para explotar la Amazonía, sin ningún control. El periodista Andy Robinson publicó un artículo en el medio Contexto y Acción titulado "Rolex, Tiffany, Bulgari y el ‘oro de sangre’ yanomami", donde denuncia que muchas empresas de lujo no dan explicaciones sobre la procedencia del oro que utilizan, que probablemente proviene de la minería ilegal.

Survival International, una organización internacional dedicada a la promoción de los derechos de los pueblos indígenas, ha enviado una petición de 6 puntos al nuevo gobierno de Lula da Silva para que actúe sin demora en restituir los derechos a los Yanomami. “Esta es una crisis deliberada, provocada por intrusos y alimentada por Bolsonaro, que ha alentado la invasión masiva y la destrucción de las tierras de los yanomamis. Sus ríos y los peces están ahora contaminados con niveles tóxicos de mercurio, mafias criminales controlan los accesos a muchas comunidades, y atacan, violan y asesinan a los yanomamis. Sus hijos están muriendo literalmente de hambre”, afirmó Fiona Watson, directora de investigación y campañas de dicha organización.

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