ECONOMÍA

Los megaproyectos que cambiarán la cara de América Latina en 2023

La región, cuyo crecimiento ha sido consistente y estable en la última década, se enfrenta a planear, realizar y finalizar grandes obras de infraestructura que ayudarán a mejorar la calidad de vida de los pobladores, además de convertirse en sinónimo de innovación arquitectónica, en ingeniería y desarrollo sostenible ante el planeta.

Skyline de la ciudad de Bogotá

Foto: Pexels

LatinAmerican Post | David García Pedraza

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Latinoamérica es una región de muchos contrastes económicos, políticos, culturales, geográficos, entre otros. Sobre todo, estos dos últimos son llamativos para establecer retos, innovar y ser vanguardistas a la hora de materializar una megaproyecto. Estos suelen tener como fin mejorar la calidad de vida de la población, crear puestos de trabajo, incrementar la imagen positiva de un país para así aumentar la capacidad de inversión y obtener el máximo provecho de la confianza de las multinacionales que le apostaron a cada idea.

Fomentar el comercio, acercar poblaciones, salvaguardar los recursos naturales, incluso desafiar el ingenio humano, son características de algunas de las grandes obras que están en fase de planeación y ejecución a lo largo de la región hispana del continente. Aquí podrás conocer más de los cinco megaproyectos más ambiciosos en esta parte del mundo.

Crecer tras la pandemia

Perú le apuesta a la reactivación económica por medio de la construcción de cuatro centros comerciales en simultánea en Lima, la capital. Con una inversión de más de 700 millones de dólares, los distritos de La Molina, San Martín de Porres y San Juan de Lurigancho serán las localidades más beneficiadas con este megaproyecto, cuya finalidad es motivar a la población peruana a conocer y adquirir bienes para mejorar el flujo económico de la nación sudamericana.

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En el caso específico del centro comercial "Mall Aventura", en San Juan de Lurigancho, será el primero de su clase en este distrito. Con 60 mil metros cuadrados destinados al comercio, se estima que 1.7 millones de personas por año lo visiten desde su inauguración prevista para agosto de 2023.

Conectando sociedades

En México, desde el 2018 se está gestionando lo que será uno de los mayores conectores del sur de ese país: el Tren Maya. Pasará por los Estados de Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán, no solo servirá para el transporte de personas, sino también para fomentar el turismo y ser un medio de trasporte de carga.

Comenzando desde Chiapas y terminando en Cancún, se estima que en diciembre de 2023 se inauguren formalmente las dos líneas que se encuentran en construcción y que cuentan con 1.5 kilómetros de longitud.

150 mil millones de pesos mexicanos sería lo que finalmente costaría este megaproyecto en la nación azteca. Es una financiación que ha contado con el apoyo de un impuesto dedicado al turismo, así como de otros dineros destinados a otros proyectos, pero que no son prioritarios y que se han desviado a aportar a la construcción de esta vía férrea.

Por otro lado, el esperado metro de Bogotá inició su construcción en medio de la pandemia, en octubre de 2020. Se estima que la primera línea de este medio de transporte estará en 2028, a pesar de que aún está lejos la fecha de entrega, el 2023 será crucial para el correcto cronograma del proyecto como consecuencia del frente que se le debe hacer a la inflación por la que está cruzando el país cafetero.

Este proyecto, que sobrevivió a grandes debates de financiación y del cómo se realizaría (se decidió que la primera línea será elevada), luego de 60 años su materialización está siendo una realidad.

De los 563 mil millones de pesos colombianos que costará la construcción de la primera línea, el gobierno nacional se comprometió a aportar el 70% de este valor, por su parte el 30% restante lo asume el gobierno distrital.

La opinión pública se muestra optimista a pesar del caos de movilidad que genera la construcción de esta obra de transporte. Además, se espera que la segunda línea, que ya cuenta con estudios de factibilidad desde 2021, sea subterránea.

Un pequeño gigante nace lentamente

Una propuesta está tomando fuerza en Colombia con el interés que el gobierno nacional ha mostrado en descentralizar al país de Bogotá y convertirlo en un país de regiones.

El corredor Pacífico – Orinoquía se ha llevado el interés total de la presidencia de Gustavo Petro, cuya finalidad es unir estas dos regiones que se encuentran muy apartadas dadas las condiciones geográficas del país al estar separadas por la cordillera de Los Andes.

Las ciudades de Buenaventura, en la Costa Pacífica, y Puerto Carreño, en el límite entre Colombia y Venezuela, serían los límites de esta obra, que aún no cuenta con un estudio serio de financiación y de planeación, debate que se dará en el 2023. Sin embargo, se vislumbra como un corredor que contará con 1.490 km de longitud y que contará con una línea férrea eléctrica únicamente para carga.

Medio ambiente e innovación

Hidroituango se ha convertido en el proyecto más innovador en materia de desarrollo, medio ambiente y sostenibilidad de Colombia. Localizado al noroccidente del país, esta obra innovadora tiene como fin ser una figura hidroeléctrica para el departamento de Antioquia y aportar al progreso de esta región y del país en general. Será la construcción de este tipo más grande y productiva de la nación.

A pesar de que se esperaba que su inauguración fuera en el 2018, por varios inconvenientes geológicos, derrumbes e investigaciones por parte de los entes del control, este proyecto sigue en construcción y no se ha escatimado su proporción de desarrollo nacional cuando finalmente sea entregado.

No obstante, en noviembre pasado, dos de las ocho turbinas con las que contaría este proyecto fueron activadas y se espera que en 2023 se activen dos más, estando así al 50% de su funcionamiento total. Se estima que su potencia sea de 2400 megavatios al estar las ocho turbinas en marcha.

A la fecha este proyecto lleva casi el 90% construido con una inversión de 13.6 billones de pesos colombianos.

Una región, una motivación de superación que une a los países en común y una misma cuestión: El 2023 será un año decisivo para que esta parte del mundo sea referente clave de progreso, desarrollo e innovación.

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