ECONOMÍA

¿Qué tanto debe aumentar el salario luego de un año de inflación?

En LatinAmerican Post te explicamos cuáles son las variables a tener en cuenta para el aumento del salario en un país, especialmente en un año tan convulsionado como el 2022. ¿Qué pasaría si el salario sobrepasa la capacidad productiva de una nación?

Dinero Colombia

Foto: Pixabay

LatinAmerican Post | Christopher Ramírez Hernández

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Read in english: How Much Should The Salary Increase After A Year Of Inflation?

Con la llegada de diciembre, no solo llegan también las fiestas de Navidad, sino la típica “preocupación” de todos los años en Latinoamérica y gran parte del mundo: ¿cuánto debería aumentar el salario mínimo para el próximo año?

Cabe recordar que el 2022 no fue un buen año en cuanto a términos económicos se refiere, ya que, según datos suministrados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la actividad económica mostró una desaceleración rápida y generalizada en todo el mundo, con la inflación como protagonista.

El Banco Central Europeo (ECB, por sus siglas en inglés) recuerda que la inflación no es más que una situación, específica o mundial, en la que la oferta (cantidad de productos disponibles) es mucho menor que la demanda (necesidad de las personas por dichos productos).

En pocas palabras, al desacelerarse la economía se entra a una crisis económica en la que se desarrollan menos productos de los que necesitan las personas. Esto a su vez, “produce un aumento general de los precios, no solo de artículos individuales, que da como resultado que por cada centavo puedan adquirirse hoy menos bienes y servicios que ayer. Es decir, la inflación reduce el valor de la moneda con el tiempo”, explican desde el ECB.

¿Más inflación igual a mayor salario mínimo?

De acuerdo con el FMI, “la crisis del costo de vida, el endurecimiento de las condiciones financieras en la mayoría de las regiones, la invasión rusa de Ucrania y la persistencia de la pandemia de COVID-19” han incidido notablemente en el desarrollo de la situación inflacionaria que vive el mundo, por lo que, para algunos expertos, una de la forma de contrarrestarla es precisamente ajustando correctamente el salario mínimo del 2023.

Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es claro que evaluar el costo de vida de las personas (determinado directamente por la inflación en un país), es un factor crucial para poder decidir el aumento del salario mínimo.

La ecuación es sencilla: mientras más cara sea la vida de una población, mayor deberían ser los ingresos de la misma para poder contrarrestar los altos costos de los productos; sin embargo, lo que no es sencillo es su ejecución.

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Así lo explica la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) en Colombia, la cual sumó a la inflación una segunda variable en pro de determinar el salario mínimo ideal: la productividad.

Para esta entidad es obvio que, si el aumento del salario sobrepasa la inflación y además también el índice de productividad en una sociedad, los resultados podrían ser negativos. Lo que explican desde esta institución es que si el salario mínimo es mayor a la producción que se tiene, es decir, al trabajo realizado, esta situación podría derivar en un escenario de desempleo.

“Un incremento de los costos salariales por encima del ajuste por inflación y del aumento de la productividad puede imponer mayores barreras a la formalidad o incluso a la contratación”, indicó Anwar Rodríguez, vicepresidente de la ANIF, en Portafolio; es decir: mientras más altos sean los sueldos y menor sea la productividad en un país existe un riesgo mayor de que las empresas deban rescindir de sus empleados, o al menos limitar la contratación de otros, con el fin de cubrir el sueldo de sus colaboradores actuales.

Pensamiento similar fue el que mostró Fedesarrollo, entidad desde la cual plantearon un nuevo hipotético escenario para nada alentador en el que la inflación, una vez más, sería la protagonista. Según esta organización, al momento de decidir el incremento del salario mínimo en un país, no solo se debe considerar la inflación como variable presente sino también como futura.

En síntesis, lo que establecen desde Fedesarrollo es que aumentar de forma equivocada el salario sin tener en cuenta que, según entes internacionales, la inflación no se detendría el próximo año sino que seguirá creciendo, es caer en un círculo vicioso de aumento sobre aumento en todos los campos de la economía.

“Aumentos del salario mínimo superiores al sugerido por la regla de inflación causada y productividad pueden generar presiones adicionales al alza en la inflación del próximo año, puesto que una buena parte de esos aumentos en exceso podrían ser trasladados a los consumidores vía mayores precios de los bienes finales”, argumentó Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo.

De esta forma, la inflación futura haría que incrementar el salario mínimo en relación con la inflación actual, no haga más que mantener e incluso empeorar el problema de los sobrecostos de vida: así como sube el sueldo, también subirían los precios de productos de necesidad básica dentro de la canasta familiar. Así como los trabajadores ganan más, aumentarían también los gastos de las empresas que deberían subir sus precios para cumplir con sus obligaciones de nómina.

En resumen, para llegar a la concertación de cuanto debería aumentar el salario mínimo en una sociedad es necesario tener en cuenta el costo de vida de las personas (que se deriva de la inflación actual), así como la productividad que dichas personas pueden ofrecer y la inflación por venir. En caso de ignorar o disminuir la importancia de alguna de estas tres, el resultado podría ser negativo, con costos cada vez más altos, monedas cada vez más devaluadas, mayor desempleo y poblaciones cada vez más pobres.

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