Harry Styles en Coliseo Live, el escenario multidespropósito más grande de América Latina

Un escenario que comenzó mal

Marc Anthony fue el artista con el que el Coliseo Live abrió las puertas por primera vez. En aquel entonces las quejas se centraron en el caos vial, lo cual es lógico. Ubicado en la zona limítrofe entre Bogotá y Cundinamarca por la Calle 80, este escenario solamente cuenta con una vía de acceso y es inevitable que se generen trancones de más de dos horas.

Cada vez que hay un espectáculo en el Coliseo Live, el tránsito colapsa. La única forma que muchos tienen de llegar es en vehículos, ya que la zona es despoblada y no cuenta con vías alternas. Pero no solamente es eso, la Calle 80 es una vía crucial para los transportadores de carga pesada que salen y entran de Bogotá. Como pasó con el concierto de Marc Anthony, cuando en el fin de semana hay un lunes festivo, la malla vial es mínima.

Por lo anterior, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, instó a la gobernación municipal de Cota (Cundinamarca) para que establezca un plan de tránsito que evite el caos vial. No obstante, en los más de tres meses de funcionamiento del recinto, poco o nada se ha avanzado en este respecto y los residentes de zonas aledañas han visto afectada su calidad de vida.

Al escenario le hacen con constancia un comparativo de su competencia que es el Movistar Arena, pero las diferencias son amplias. Lo primero es que el Movistar Arena fue readecuado, mas no construido de cero; lo segundo es que se encuentra en una zona central en Bogotá, lo que hace que los asistentes puedan llegar desde diferentes puntos; y lo tercero es la capacidad, en la que el Coliseo Live es de casi el doble, lo que hace su logística aún más compleja.

Lee también: Rock Al Parque y los festivales de Latinoamérica que la pandemia no pudo acabar

Infraestructura

Las quejas más repetidas del concierto de Harry Styles fue la cantidad de desmayos que hubo. Ante un público enérgico como el juvenil, la platea del Coliseo Live (con capacidad de 12 mil personas) puede tornarse en una tortura para muchos. Los asistentes alegaban que había poca ventilación y el personal de logística del escenario mostraba negligencia.

En este caso la responsabilidad podría llegar a ser compartida, pues los organizadores del evento también deben velar por el bienestar de sus clientes. La insuficiencia del mínimo vital de agua, el decomiso de alimento en las filas, la sofocación generada por la multitud y las estampidas generan estados de ansiedad que en el caso menos grave terminan en desmayos.

Además de la poca oferta de baños, la salida del escenario es también un caos para muchos asistentes. La queja se hizo latente desde el concierto de Arctic Monkeys y se revalidó en el de Harry Styles. La platea del lugar no cuenta con un plan seguro de evacuación y será algo en lo que quienes trabajan en el recinto deben mejorar.

Los otros líos del Coliseo Live

Según un reportaje de Cambio Colombia, cuando se ofreció la licencia para el Coliseo Live, la construcción debía ocupar menos de la mitad de espacio que ocupa. Además, se hizo en una zona con riesgo de inundaciones y se encuentra muy cerca del Río Bogotá, lo que también tendría injerencia en una afectación medioambiental.

Adicionalmente, su construcción se hizo con un conflicto de intereses de Giovanny Alfonso Balsero, un funcionario de la Gobernación de Cota que también era uno de los ingenieros implicados en su construcción. A pesar de la falta de garantías con el medioambiente, de manera inexplicable el recinto recibió la licencia de la CAR, el organismo encargado de otorgarlas.

La tarea compartida queda entre la gobernación municipal de Cota, departamental de Cundinamarca, distrital de Bogotá y los responsables del Coliseo Live. Las advertencias son numerosas y están a tiempo de evitar tragedias que más adelante se puedan presentar si no se mejoran las condiciones del sitio.