Bienestar

¿Qué es la farmacogenómica y por qué se considera el futuro de la medicina?

Cada vez son más comunes las personas que tienen reacciones negativas a algunos medicamentos. ¿Qué tiene que ver el ADN en esta situación? ¿Qué está haciendo la ciencia para contrarrestar esta realidad?.

Productos farmacéuticos en envases de diferentes colores

Foto: Unsplash

LatinAmerican Post | Christopher Ramírez

Escucha este artículo

Read in english: What is pharmacogenomics and why is it considered the future of medicine?

De acuerdo con la clínica Mayo, la alergia a un medicamento se puede definir como “una reacción anormal del sistema inmunológico a ese medicamento. Todos los medicamentos, sean de venta libre o recetados a base de hierbas, pueden producir alergia. Sin embargo, existen ciertos medicamentos que provocan alergia con mayor probabilidad”.

Asimismo, el importante centro médico explica que esta reacción es diferente a los llamados efectos secundarios citados en la propia etiqueta de la medicina, ya que la alergia puede traer consigo una toxicidad que puede incluso ocasionar la muerte.

Sin embargo, hay otras “contraindicaciones” propias de cada cuerpo con algunos medicamentos que, aunque no se pueden considerar como una alergia, sí generan complejos efectos en el genoma, es decir, el código genético o ADN de la persona que los consume.

De acuerdo con un estudio del 2003 desarrollado por el International Genome Project, se pudo detectar que la secuencia de ADN entre los seres humanos es idéntica en al menos un 99,9 %; sin embargo, es en ese 0,1 % de diversidad donde se halla la diferencia entre una u otra persona, y que la hace única ante las demás. Por supuesto, también es la responsable de que un paciente reaccione de forma distinta a un medicamento, en relación con otro.

Así, mientras que en algunos pacientes ciertos medicamentos son totalmente ineficaces, en otros pueden generar reacciones desconocidas que llegan a ser mortales. Para evitar esto, la ciencia creó un procedimiento que se conoce como prueba farmacogenómica, con la cual detectar, por cuenta del estudio al ADN, y determinar si este tendrá una reacción negativa a un biológico antes de recomendarlo mínimamente.

Así lo explicó la Sociedad Farmacológica Británica y el Royal College of Physicians, por medio de un informe publicado el pasado 24 de marzo. Según el documento científico, hasta la fecha se ha podido hallar la causa genética para la reacción contraria a la deseada en más de 40 medicamentos.

“Las pruebas farmacogenómicas se pueden usar para descubrir qué variantes de genes porta un individuo y si surge la respuesta a los medicamentos que se le administran. Esta información se puede utilizar para guiar la elección del medicamento y la dosis, lo que aumenta la probabilidad de que cada persona reciba el medicamento más eficaz para ellos, en la mejor dosis”, menciona la investigación.

De esta forma se reduce en gran medida las posibilidades de que, en un primer caso, se suministre un medicamento cuya reacción no va a ser satisfactoria pues el ADN del paciente no cuenta con los recursos necesarios para adoptar los beneficios en su cuerpo. O en un escenario mucho más “catastrófico”, el choque biológico con el genoma de la persona que causa una reacción en cadena extremadamente peligrosa, no solo para el tratamiento que se está llevando a cabo, sino para la persona en sí.

Para entender mejor este punto, la clínica Mayo describe un claro ejemplo relacionado con la enzima tiopurina metiltransferasa (TPMT) y los medicamentos tiopurínicos. Para empezar, el informe del centro médico explica que esta medicina es usada especialmente en la terapia de pacientes con trastornos autoinmunitarios como la enfermedad de Crohn (que el sistema digestivo), así como algunos tipos de cáncer, entre los que se destacan la leucemia infantil.

En este caso específico, si el genoma de una persona no tiene la suficiente de TPMT, su cuerpo simplemente no descompondrá los medicamentos tiopurínicos, lo que con el paso del tiempo generará una concentración extrema que, entre otros efectos, podría dañar la médula ósea .

“Las pruebas genéticas pueden identificar si las personas tienen deficiencia de TPMT para que sus médicos puedan tomar medidas para reducir el riesgo de efectos secundarios graves, ya sea prescribiendo dosis más bajas que las habituales de medicamentos tiopurínicos o usando otros medicamentos en su lugar”, indica el documento de la Mayo.

También puedes leer: La mitad de los jóvenes del mundo están en riesgo de perdida de audición

La genética como el futuro de la medicina

Por supuesto, las pruebas farmacogenómicas se pueden considerar como el futuro de la medicina; aunque algunos ya lo consideren como el presente. Durante las últimas décadas, la ciencia médica se ha centrado en el estudio del genoma humano como respuesta a la forma en la que puede o no funcionar un cuerpo a tratamientos de salud específicos.

 Sin embargo, este tipo de demostración no son sencillas, por lo que paralelamente a las investigaciones relacionadas con las claves que pueden ofrecer el genoma de una persona para entender sus problemas de salud, hay otro grupo de científicos que están buscando la forma de hallar estrategias mucho más rápidas para encontrar dichas claves.

En pocas palabras, mientras que unos muestran la eficiencia de la genética para el diagnóstico de enfermedades, buscan las herramientas que permitan estudiar el genoma en menos tiempo y así dar con los dictámenes en lapsos menos extensos.

Un ejemplo de esto es un informe del Instituto Garvan de Investigación Médica de Sidney, publicado en la revista 'Science Advances', en el que se evidenció el hallazgo de una prueba que permite identificar en días una serie de al menos 50 enfermedades genéticas neurológicas y neuromusculares que antes eran indetectables durante años.

"Diagnosticamos correctamente a todos los pacientes con enfermedades ya conocidas, como la enfermedad de Huntington, el síndrome del cromosoma X frágil, las ataxias cerebelosas hereditarias, las distrofias miotónicas, las epilepsias mioclónicas y las enfermedades de las neuronas motoras, entre otras", dijo el doctor Ira Deveson, director de tecnologías genómicas del Instituto Garvan y autor principal del estudio.

De esta forma, la ciencia médica está usando el ADN como fuente principal de comunicación para conocer de primera mano lo que sucede en el cuerpo humano, y de esta forma evitar tropiezos y errores con tratamientos que en el pasado cobraron cientos de vidas.

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Botón volver arriba