Bienestar

¿Cómo será la pandemia por la COVID-19 en 2022?

Después de casi dos años de su llegada, nos preguntamos cómo viviremos la pandemia por la COVID-19 en 2022.

Persona sosteniendo un globo terráqueo con un cubrebocas

Hay que tener en cuenta que globalmente estamos en una situación de ventaja comparada a la que nos enfrentábamos en diciembre del año pasado. Foto: Pexels

LatinAmerican Post | Vanesa López Romero

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Read in english: What Will the COVID-19 Pandemic Look Like in 2022?

En marzo del 2020 creíamos que la situación que vivimos ace dos años sería algo que duraría tan solo un par de meses, pero conforme el tiempo iba pasando, y con él iba cambiando la forma en la que nos relacionamos con nuestro entorno, llegamos al punto en el que nos encontramos ahora mismo. En el caso de Latinoamérica, ya hemos pasado de los confinamientos obligatorios y los programas de vacunación siguen avazando. Si algo nos ha enseñado esta pandemia es que no es algo que se terminará en un abrir y cerrar de ojos, por lo que vale la pena preguntarnos cómo será la la pandemia por la COVID-19 en 2022. 

Lo que puede pasar en 2022

En primer lugar, hay que tener en cuenta que globalmente estamos en una situación de ventaja comparada a la que nos enfrentábamos en diciembre del año pasado. Las tasas de vacunación siguen aumentando, aunque aún son muchos los países pobres y en vía de desarrollo con tasas de vacunación muy bajas, y que, mientras que esos números no se balanceen, va a ser imposible que lleguemos a conquistar la inmunidad de rebaño. Si bien Latinoamérica fue en algún momento la región con más casos de COVID-19, ahora es una de las regiones que lidera el proceso de vacunación, específicamente Suramérica. Hasta el momento, se estima que el 63,3% de la población se ecnuentra completamete vacunada. Inclusive en algunos países ya se está implementando la tercera dosis.

Lee también: Mutación de variante Ómicron: ¿Por qué los virus mutan?

Esto se reflejaría en que, en 2022, los tratamientos para la enfermedad pueden ser más sencillos. No solo porque, al haber más personas vacunadas, hay menos posibilidades de que estas sean contagiadas o que, de ser contagiadas, se enfermen gravemente. Pero de llegar a enfermarse gravemente podemos encontrarnos con tratamientos mucho más sencillos a los intravenosos que se han utilizado desde el inicio de la pandemia. Farmacéuticas como Merck y Pfizer están trabajando en pastillas o pildoras tanto para la prevención como el tratamiento de la COVID-19. Una vez la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) apruebe dichas pastillas, estas podrían ser recetadas y retiradas en cualquier farmacéutica, lo que haría muchísimo más sencillo el acceso a una recuperación más rápida y menos tortuosa de la enfermedad.

Por otro lado, nos encontramos con la vaiante Ómicron que ha puesto en alerta a los gobiernos y servicios de salud alrededor del mundo por su alta capacidad de infección y con la rapidez con la que ha viajado a través de los países. Con esto, en 2022 podríamos ver cambios importantes, como por ejemplo, una mayor importancia en las dosis de refuerzo en países en donde ya se ha avanzado con la aplicación de las dos dosis principales. Los expertos afirman que para cotraerrestar la infección de estas nuevas variantes será indispensable que se acceda a los refuerzos. Asimismo, la llegada de Ómicron puede aumentar las pruebas en casa para detectar la enfermedad. Cuando llegó la variante Delta, la cifra de pruebas de antígenos en casa aumentaron exponencialmente, lo que implica que esto podría suceder en 2022 con la Ómicron. 

Seguirán apareciendo más variantes

Algo de lo que no debemos dudar es de la llegada de más variantes que pueden ser más fuertes, contagiosas y/o peligrosas de las que hemos visto en 2021. Esto sucederá prorque la naturaleza de un virus es mutar y porque el virus de la COVID-19 seguirá propagándose y mutando en tanto no se logre vacunar al más del 70% de la población mundial. Si bien las cifras de Latinoamérica son buenas, nos encontramos con cifras como las de la región africana, en donde tan solo hay una tasa de vacunación completa del  8,8% de su población

En ese orden de ideas, habrá que prepararse para recibir nuevas variantes que no necesariamente serán más peligrosas, hemos visto muchas cepas aparecer y desaparecer. Sin embargo, la población mundial y los servicios y organizaciones de salud deben estar atentas a lo que suceda a continuación. Asimismo la comunidad internacional deberá prestarle más atención a las regiones con tasas bajas de vacunación y tomar acción para vacunar a la mayor cantidad de población posible. 

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