AMÉRICAS

¿Por qué ha bajado la popularidad de Nayib Bukele en El Salvador?

Los últimos siete meses del gobierno salvadoreño han estado marcados por decisiones polémicas que han afectado la popularidad de Nayib Bukele en el país centro americano.

Nayib Bukele, presidente de El Salvador

Durante este 2021 le ha tocado afrontar una nueva realidad en su gobierno, el cual ha sido testigo por primera vez de protestas masivas por algunas de sus decisiones más polémicas. Foto: TW-nayibbukele

LatinAmerican Post | Yolanda González Madrid

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Desde que asumió la presidencia de El Salvador en junio de 2019, Nayib Bukele ha gozado de una popularidad inigualable en todo el continente americano. Sin embargo, durante este 2021 ha tenido que afrontar una nueva realidad en su gobierno, el cual ha sido testigo por primera vez de protestas masivas por algunas de sus decisiones más polémicas. Y es que si bien en las calles se han visto manifestaciones de repudio, el líder salvadoreño todavía mantiene una buena imagen en las encuestas. ¿A qué se debe tal fenómeno?

Según un ranking publicado en octubre por la encuestadora mexicana Mitofsky, Bukele sigue en el primer lugar de los presidentes más populares de América con 71%, aunque con varios puntos por debajo si lo comparamos con el 84% de otro sondeo realizado en marzo de este mismo año. En principio, esto no parece ser algo tan grave para el líder salvadoreño, pero sin duda podría significar el inicio de una tendencia a la baja, escenario casi similar que vivieron los dos antecesores de Bukele en la presidencia.

Cabe destacar que el mandatario ha sido uno de los más populares en la historia del país, generando buenos comentarios sobre sus gestiones en 8 de cada 10 salvadoreños. No obstante, el posible fin del idilio con el pueblo llega apenas dos años después de asumir el mandato, donde las primeras muestras de descontento popular han tomado cientos de calles de El Salvador. Los escenarios van desde su intención de reelegirse aunque la Constitución no lo apruebe, la destitución de jueces, los cambios radicales en la Sala Constitucional, hasta la implementación del bitcoin como moneda de circulación legal.

Bukele y sus decisiones erróneas

Durante el mes de septiembre, más precisamente el día 15, se vio la manifestación más multitudinaria en la era Bukele, con el único detalle que las miles de personas que estuvieron presentes no mostraban su apoyo al presidente. Lo que debía ser una marcha para celebrar los 200 años de independencia de El Salvador, terminó mostrando una realidad que buscaba imponerse tanto a los discursos como a las decisiones del mandatario. "No a la dictadura" o "estamos hartos de la corrupción" eran algunas de las consignas y pancartas que protagonizaban la protesta.

La calle y las redes sociales se volcaron en contra del presidente salvadoreño por primera vez después de varios meses de polémicas reformas que lo han llevado a bajar su popularidad. De hecho, desde Estados Unidos señalaban que Bukele seguía los mismos pasos de Hugo Chávez, aunque de manera más acelerada, pues su intención de impulsar una reforma constitucional que permita su reelección atenta contra la democracia del país, según denunciaron varios manifestantes.

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Pero lo que en realidad ha sido la gota que derramó el vaso es el tema del bitcoin. El miedo de las personas de perder sus ahorros o sus pensiones porque van a ser pagadas en dicha moneda fue motivo suficiente para destruir un cajero de bitcoins durante las manifestaciones. Asimismo, todavía no ha quedado claro cuáles son las ganancias reales del dinero público que el Estado invirtió en la criptomoneda, ni tampoco se sabe cómo se han invertido parte de los 200 millones de dólares de presupuesto en la aplicación informática Chivo Wallet para poner en circulación el bitcoin.

¿Qué esperar a futuro?

Hasta los momentos, la reducción de popularidad de Bukele no parece ser suficiente motivo para alarmarse, aunque sí ha traído como consecuencia que el aparato de propaganda oficial del Estado esté trabajando con mayor intensidad que antes. En cuestión de semanas se ha visto al presidente anunciando la construcción de un hospital veterinario y de unas 20 escuelas con las ganancias del bitcoin, además de reinaugurar un proyecto vial en la capital y la reparación de la principal planta potabilizadora de agua del Gran San Salvador.

El cierre del 2021 y todo el 2022 supondrá un difícil camino que recorrer para el mandatario salvadoreño. Entre los retos a enfrentar está la tensión que mantiene con los Estados Unidos por la publicación de la Lista Engel, donde están los nombres de varios funcionarios ligados a su gobierno señalados por corrupción; asimismo, será fundamental llevar a buen puerto las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, aclarando también cómo se usaron los fondos recibidos por el FMI durante la pandemia; mientras que la aprobación de la Ley de Agentes Extranjeros sería un duro golpe para aquellos que pretendan hacer política en su contra con donaciones extranjeras.

En resumidas cuentas, Bukele afronta un presente que nunca antes había vivido y que comienza a ser determinante para el futuro de su mandato. Las decisiones que tome de ahora en adelante deberán ser con conciencia, coherencia y estar alineadas al clamor de su pueblo, el mismo que le ha otorgado la popularidad con la que goza actualmente.

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