Los escándalos más importantes de los dibujos animados

En ocasiones, las caricaturas pueden causar muchas polémicas. En la actualidad, surgió una con respecto a una de las princesas más famosas de Disney: Blancanieves. De acuerdo con lo que indica BolaVip, en los Estados Unidos está surgiendo un movimiento que pide cancelar el beso final del príncipe, que ocurre en la película de 1939.

La problemática surgió después de la reapertura del Disneyland Resort, que llevó a pensar en cancelar el final de esta clásica historia. Justamente, muchas organizaciones se preguntan si está bien mostrar un beso no consensuado, pues eso les enseñaría a los niños que “están habilitados para hacerlo”, aunque la protagonista no haya dado su aprobación.

Ante esta situación, decidimos repasar otros escándalos y controversias del mundo de la animación.

Speedy Gonzáles

Comenzamos con uno de los más conocidos, pero también criticados. Si bien a todos nos resulta simpático el famoso ratoncito, lo cierto es que parece representar un estereotipo negativo de los mexicanos. Básicamente, se acusa a esta caricatura de ser “completamente racista”.

Este roedor de los Looney Tunes siempre fue objeto de numerosas críticas de comunidades que argumentan que sirve como arquetipo negativo de los mexicanos, al mostrarlos como borrachos y holgazanes. Sin embargo, también hay latinos que lo defienden y lo perciben como un personaje “heroico”, pues el ratoncito también es el más veloz de su poblado y logra todo lo que se propone.

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Pepe Le Pew

Uno de los escándalos más recientes. Ocurrió este año, cuando anunciaron el tráiler de la próxima película de Space Jam y confirmaron que esta mofeta no formaría parte de la nómina de los personajes de los Looney Tunes que tendrían que ponerse en el rol de los basquetbolistas. ¿La razón? Su presencia representaría de forma favorable al acoso sexual.

Por ejemplo, una columna en The New York Times exigió la cancelación de este personaje por normalizar la cultura del acoso e incluso de la violación. Recordemos que este personaje, que apareció por primera vez en pantalla en 1945, busca el amor de forma excesiva y jamás acepta el rechazo, hasta el punto de obligar a las zorrillas (o gatas) a estar con él.

Lola Bunny

En la misma línea, la secuela de Space Jam estuvo envuelta en varios escándalos por el rediseño de este personaje, que había sido furor en la primera entrega. Desde Warner Bros decidieron que buscarían cambiar el estereotipo de la coneja compañera de Bugs Bunny para reducirle la “carga sexual”.  

Por un lado, estaban quienes argumentaban que una caricatura no podía tener un atractivo sexual. Por el otro, aquellos que indicaban que la nueva versión tendría que estar enfocada en una personalidad deportiva y no ser simplemente una femme fatale.

Sailor Moon

Aquí hablamos de una de las series de anime más importantes de los últimos tiempos. Recientemente, desde Netflix lanzaron el tráiler de Pretty Guardian Sailor Moon Eternal: La película, disponible desde el 3 de junio en la plataforma. Sin embargo, lo cierto es que también la historia original estuvo envuelta en varias críticas.  

Desde muchos sectores criticaron el “excesivo poder femenino” que le daban a la protagonista, además de los supuestos “guiños e incitaciones a la homosexualidad y otros indicios de transexualidad”, que la cultura conservadora de los años 90 no soportaba cuando la historia salió al aire.

Pucca

Por último, tenemos una animación que, al igual que otras tantas, representa al acoso sexual… aunque invertido. Esta serie coreana, que fue muy exitosa en América Latina y tuvo su primera temporada en el 2006, nos cuenta la historia de una niña de 11 años que está enamorada (y obsesionada) de un ninja de 12 años, llamado Garu.

La serie se convirtió en un fenómeno sin precedentes, pero las críticas siempre estuvieron ahí: lo cierto es que la niña llega a implementar métodos extremos e incluso violentos para tener el “amor” del ninja. Aunque él busca escaparse en cada intento, Pucca casi siempre consigue su objetivo, a pesar de la negativa de Garu. Incluso, hay escenas de persecución que antes podrían parecer divertidas, pero hoy resultan un tanto terroríficas.