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Razones para no perderte la nueva Cruella de Disney

Después de algunas adaptaciones con actores reales bastante cuestionables, desde Disney parecieron dar en la tecla con un reinicio fabuloso para esta villana. Veamos por qué.

Fotograma de la película 'Cruella'

En Cruella, a cargo del director Craig Gillespie, parecieron encontrar la fórmula perfecta entre mantener la esencia que hizo exitosa a la villana y la posibilidad de darle una renovación. Foto: YT-Walt Disney Studios

LatinAmerican Post | Ariel Cipolla

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Read in english: Reasons not to miss Disney’s new Cruella

Está claro que Disney quiere conquistar a un público cada vez más amplio. Si bien, el lanzamiento la plataforma de streaming Disney Plus pareció enfocarse en expandir el contenido de sus más icónicas franquicias (como Star Wars o Marvel), lo cierto es que no descuidan la esencia original de la compañía del ratón con algunas de sus obras más exitosas.

Tal es el caso de Cruella, la nueva película live-action protagonizada por la estrella Emma Stone, que buscaba ser una precuela independiente de 101 dálmatas, otro filme live-action lanzado en el año 1996. En ese caso, Cruella de Vil fue protagonizada por Glenn Close, en una magnífica adaptación. Tan brillante fue que el prestigioso American Film Institute consideró esta interpretación como una de las 50 villanas más importantes de la historia del cine.

Por ende, esta obra del 2021, que sirve como un “reinicio” para el mundo de los manchados, tenía la difícil tarea de contar los orígenes del personaje, pero también que la actuación de la protagonista también esté a la altura de su antecesora. Lo cierto es que logró ambas cosas. Veamos por qué.

Cruella de Disney

Las expectativas eran altas. Lo primero que hay que observar es que, durante el último tiempo, Disney tuvo un problema con los live-action. El más reciente y recordado se dio con Mulan, la cinta dirigida por Niki Caro que no consiguió mantener la chispa original hasta el punto en que fue un fracaso en la taquilla por sus inexactitudes en relación con la obra animada.

Por ende, ya sabían todo lo que no debían hacer con esta nueva entrega, que serviría para dar a conocer los orígenes de una de las villanas más célebres de Disney… y lo consiguieron. En Cruella, a cargo del director Craig Gillespie, parecieron encontrar la fórmula perfecta entre mantener la esencia que hizo exitosa a la villana y la posibilidad de darle una renovación.  

Esto se relaciona con el arriesgado tono oscuro de esta entrega, uno de los puntos más fuertes de la cinta. Ambientada en un Londres de los años 70, hay una exquisita puesta en escena para recrear la ciudad, no solamente desde un punto visual, sino también narrativo. La estética punk y las críticas hacia el sistema permiten mostrar las protestas sociales, con un posicionamiento político que cuestiona al establishment.

Con similitudes a la exitosa Joker, la protagonista se muestra compleja y con múltiples dimensiones para abordar. Interpretada por una magistral Emma Stone (que muestra por qué es una de las mejores actrices de esta época), Cruella se muestra desafiante, rebelde y con una personalidad encantadora. La elección fue perfecta, pues consigue transmitir ese aire de misterio, oscuridad y humor tan característicos de Cruella de Vil.   

Justamente, la cinta logra que empaticemos con las motivaciones de la baronesa, hasta el punto de que deseemos que le vaya bien en todo lo que se proponga. Es decir, ella no se plantea como malvada, sino que cree hacer lo correcto. Por ejemplo, siempre se muestra comprometida con las facetas artísticas y cree que necesita renunciar a la solidaridad sobre los demás para ser la mejor en su trabajo.

Lea también: De la animación a la realidad: Disney le apuesta al remake live action

Por eso, la ambigüedad moral es uno de los pilares sobre los cuales se sostiene toda la obra, algo que se puede ver en las libertades creativas que se han tomado. Si bien funciona como precuela de la historia de 1996, es lo suficientemente distinta para no depender ella, hasta el punto en el que ambas interpretaciones de Cruella son muy diferentes. Esto es, sin dudas, uno de los puntos más positivos de esta adaptación.

Otros de los apartados más destacables se dan a través de la banda sonora, llena de hits que escucharás constantemente y que acompañarán perfectamente a algunas de las escenas memorables del reboot. Además, la fotografía y el diseño de vestuario generan una estética pop-punk que también encaja muy bien con la trama que se busca contar, donde el empoderamiento femenino es una de las claves.

La apuesta les ha salido de maravillas, pues Cruella es una apuesta arriesgada que no depende del live-action original. Acá se cuenta la génesis de una de las villanas más icónicas de la empresa del ratón. Tal éxito deja la puerta abierta para una posible secuela e incluso una remake de 101 dálmatas.

De esta manera, Disney se pudo redimir de anteriores adaptaciones con actores reales que no salieron tal y como querían. La clave, como demostró Cruella, está en darse las suficientes licencias creativas para abordar nuevos aspectos de historias conocidas, pero también mantener la esencia que hizo famosa a las películas clásicas. ¡Esperamos que sigan por el mismo camino!

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