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Miss Universo: un concurso cada vez más político

Además de la belleza y las cualidades propias de un reinado de belleza, las declaraciones en Miss Universo pueden influir en lo que ocurre en el mundo político.

Lola de los Santos Bicco, Bernadette Belle y Candy Thuzar

En el fondo siempre estará presente la política, los protagonistas de estos eventos de clase mundial tienen voz en el escenario internacional que les permite influir de manera importante. Fotos: IG-loladls19, IG-bernadettebelle, IG-thuzar_wintlwin

LatinAmerican Post | Luis Angel Hernández Liborio

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¿Por qué suele ser tan importante para los países ganar la Copa del Mundo de fútbol, el medallero de los Juegos Olímpicos, el festival Eurovisión, obtener algunos premios Oscar, tener pilotos en Fórmula 1, ciclistas en la Tour de France, premios en gastronomía o a la próxima Miss Universo? La respuesta es sencilla: el soft power. En el fondo siempre estará presente la política, los protagonistas de estos eventos de clase mundial tienen voz en el escenario internacional que les permite influir de manera importante.

El soft power y Miss Universo

Dicho de forma simple, el soft power son todas aquellas acciones que no necesitan el uso de la fuerza para influir en la política internacional, esto en contraste al hard power que sí implica el uso de la fuerza militar o el poder económico de forma agresiva para lograr sus metas en las Realciones Internacionales. Entonces la cultura, el deporte, los espectáculos, el arte, los medios de comunicación, la publicidad, etc. son ejemplos tradicionales de ese "poder blando". Es por eso que es importante para los países del mundo obtener logros en estas áreas.

Precisamente, tener a la reina de Miss Universo añade prestigio al país, ya que se convierte en embajadora no sólo de la organización, sino del país del que proviene. Sin hacer mayor esfuerzo, la reina de belleza promoverá a su país a nivel turístico, de inversiones y como marca en general.

La voz de la mujer que se convierte en Miss Universo tendrá mucho peso en el mundo, por esa razón la organización hace firmar a las ganadoras diversos contratos que le impiden romper con la imagen que busca la organización. De acuerdo con Perú 21, el concurso ejerce un control total sobre la nueva reina: el lugar donde vivirá, la ropa, la imagen en general, los eventos a los que acudirá y el cómo se manejará a nivel público, entre otras cosas. Romper con la imagen de reina puede llevar a la pérdida del título. En 2017, la reina de belleza de Turquía, Itir Esen, perdió la corona de su país por un tuit en el que de forma desafortunada comparaba la sangre de su período con la derramada por las víctimas de un golpe de Estado ocurrido un año antes.

 

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Rompiendo el esquema de Miss Universo

Algunas ganadoras del concurso han roto el esquema trazado, ya sea por ignorancia (como Miss Turquía) o porque de verdad desean influir en el escenario político. Un ejemplo ha sido la representante de Myanmar, Thuzar Wint Lwin, que utilizó el escenario de Miss Universo 2021 para pedir que oren por Myanmar, denunciando lo que ocurre en su país, que se encuentra sumido en las consecuencias de un golpe de Estado y un largo historial de problemas políticos y sociales. Esta pequeña acción genera una respuesta de la opinión pública y la comunidad internacional que ejercen presión sobre los gobernantes del país asiático. En el mismo país, la reina de belleza Htar htet htet usó su imagen para influir en el conflicto, anunció que se unió a la guerrilla para combatir el golpe de Estado y animó a otros a tomar las armas al igual que ella, según información de Telediario.

La flamante Miss Universo 2021, la mexicana Andrea Meza, respondió a una de las preguntas del concurso con su estrategia para combatir la pandemia en su país, uno de los que tiene el mayor número de fallecidos en el mundo. La declaración de Meza tuvo gran resonancia en la política mexicana y aumentó las críticas hacia la estrategia del gobierno durante la pandemia y dejó mal parado al presidente mexicano ante el mundo.

En la misma edición del concurso, llevado a cabo en suelo estadounidense, la representante de Singapur, Bernadette Belle Ong, utilizó un vestido con los colores de su país con la frase: "Stop Asian Hate", lema del movimiento que buscar detener los ataques contra la comunidad asiática en los Estados Unidos. Durante el último año, se han dado numerosos delitos de odio a personas de origen asiático culpándolos de esparcir el Covid-19, originado en China. Belle Ong añadió que su vestido simboliza "la unidad para todos, la armonía social en un país multiracial, multicultural e interreligioso", de acuerdo con la revista People.

También esa noche, Miss Uruguay utilizó un vestido para mostrar su apoyo hacia una causa. Lola de los Santos vistió un atuendo con los colores del arcoiris en apoyo a la comunidad LGBT, con esto pidió detener el odio, el rechazo, la violencia y la discriminación hacia esta comunidad. 

 

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