ANÁLISIS

Cómo lidiar con la pérdida de un ser querido durante la pandemia

Desde mi habitación escucho un llanto proveniente de la sala. Mi madre está acurrucada en el sofá derramando lágrimas inconsolablemente. Junto a mis hermanos la abrazamos en silencio.

Hombre mirando por la ventana

La pandemia ha cambiado la forma en cómo se vive el duelo. / Foto: Unsplash

LatinAmerican Post | Carolina Rodríguez Monclou

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Mi tío falleció en Popayán en medio del brote de coronavirus en Colombia. Un hombre cálido, brillante y exitoso profundamente amado por sus colegas, familiares y amigos. Recibir la noticia de la muerte de un ser querido por llamada en medio de una crisis mundial es devastador, y lo es aún más cuando no puedes hacer el duelo en compañía de tu familia por la cuarentena. El sentimiento de impotencia es abrumador.

Se llevaron a cabo varias misas por Facebook Live, reuniones familiares por Zoom, y el sentido pésame por WhatsApp. Dicho así me resulta bastante extraño, pero supongo que este es el mundo en el que vivimos ahora.

A través de una pantalla vemos a las personas que más amamos sufriendo y no podemos estar ahí a su lado para abrazarlas con fuerza y transmitirles un poco de calor, entonces hacemos uso de las palabras como única forma de consuelo. En medio de una profunda charla, se corta la llamada. A algunos se les cae la señal, otros olvidan apagar sus micrófonos para no interrumpir a la persona que está hablando, en fin…  

Nace entonces la pregunta de cómo lidiar con la pérdida de un ser querido durante la pandemia. Dado que el encierro nos hace más vulnerables, el llanto no cesa. Mi madre difícilmente comía y sus ojos permanecían hinchados de tanto llorar. Pero no era la única.

El mantenerse en contacto permanente con la familia la ayudó demasiado. Así como nosotros éramos fuertes para ella, ella lo era para nuestra abuela. A veces así es la vida: no te puedes derrumbar delante de todo el mundo.

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En la sala, al lado de la biblia, le tenemos un pequeño altar a mi tío, con su fotografía, una cruz, velas, y figuras de los ángeles, la virgen, y Jesús. De los álbumes sacamos sus fotos y las pusimos en un lugar visible. En mi caso, escogí la fotografía de mi fiesta de quince años, en la cual salimos juntos bailando el vals. La contemplo todos los días y me pregunto por qué un hombre tan amado tuvo que pasar sus últimos momentos lejos de su familia.

“No quiero morir” le dijo por llamada a uno de sus hijos en Estados Unidos, “tranquilo papi, no te vas a morir” respondió él…

Mi tío ha venido a visitarnos en sueños, y, al hacerlo, se despide con un fuerte abrazo. Siempre ha sido un hombre generoso que se entrega a los demás incondicionalmente. Tras haber pasado por esta experiencia sólo quiero decirte que si estás pasando ahora por un momento difícil porque tienes a algún ser querido en el hospital, enfermo o haciéndote compañía como un ángel de la guarda quiero que sepas que todo va a estar bien, así no lo parezca. No tienes que ser fuerte y tampoco necesitas ocultar tu dolor.

Esa persona que amas tanto quiere verte feliz, siguiendo adelante, y haciendo tus sueños realidad. Recuerda: sigue viviendo en tu corazón y eso nadie nunca podrá quitártelo.

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