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Un filtro reemplazable y más eficiente para máscaras N95

Se ha creado una nueva alternativa para mayor protección

Modelo de filtro para máscaras N95

Una membrana nanoporosa reemplazable, ilustrada arriba, unida a una máscara N95 filtra partículas del tamaño de SARS-CoV-2 (círculos púrpuras), permitiendo el paso de aire limpio (círculos azules). / Foto: ACS Nano 2020, DOI: 10.1021 / acsnano.0c03976

EurekAlert | American Chemical Society

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Read in english: A replaceable, more efficient filter for N95 masks

Desde el brote de COVID-19, ha habido una escasez mundial de máscaras faciales, en particular, las N95 que usan los trabajadores de la salud. Aunque estos revestimientos proporcionan el nivel más alto de protección disponible actualmente, tienen limitaciones. Ahora, los investigadores que informan en ACS Nano han desarrollado una membrana que se puede unir a una máscara N95 normal y puede ser reemplazada cuando sea necesario. El filtro tiene un tamaño de poro más pequeño que las máscaras normales N95, lo que potencialmente bloquea más partículas de virus.

Las máscaras N95 filtran aproximadamente el 85% de las partículas de menos de 300 nm. El SARS-CoV-2 (el coronavirus que causa COVID-19) está en el rango de tamaño de 65-125 nm, por lo que algunas partículas de virus podrían deslizarse a través de estas cubiertas. Además, debido a la escasez, muchos trabajadores de la salud han tenido que usar la misma máscara N95 repetidamente, a pesar de que están destinadas a un solo uso.

Para ayudar a superar estos problemas, Muhammad Mustafa Hussain y sus colegas querían desarrollar una membrana que filtre de manera más eficiente las partículas del tamaño de SARS-CoV-2 y podría reemplazarse en una máscara N95 después de cada uso.

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Para hacer la membrana, los investigadores primero desarrollaron una plantilla porosa basada en silicio usando litografía y grabado químico. Colocaron la plantilla sobre una película de poliimida y usaron un proceso llamado grabado iónico reactivo para hacer poros en la membrana, con tamaños que van desde 5-55 nm. Luego, despegaron la membrana, que se podía unir a una máscara N95.

Para asegurarse de que se pudiera respirar a través de la membrana nanoporosa, los investigadores midieron la velocidad del flujo de aire a través de los poros. Descubrieron que para poros más pequeños que 60 nm (en otras palabras, más pequeños que el SARS-CoV-2), los poros debían colocarse a un máximo de 330 nm entre sí para lograr una buena transpirabilidad.

La membrana hidrofóbica también se limpia porque las gotas se deslizan, evitando que los poros se obstruyan con virus y otras partículas.

 

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