Coronavirus: Estado de desastre en Estados Unidos

El COVID-19 pasó de tener su epicentro en China a Europa y hoy en día está en Estados Unidos, país cuyos casos de contagio son prácticamente un tercio de los contagios mundiales y que tiene el mayor número de muertos.

Con 560 mil contagios y subiendo de a 30 mil por día aproximadamente, la situación se salió de las manos para el gobierno estadounidense, que a través de los días ha ido cambiando su postura. El presidente Donald Trump ha sido, para opinión de muchos gobernadores del país, blando en cuanto a las decisiones y mientras la mayoría de países permanecen en una cuarentena obligatoria, en Estados Unidos los estados han tenido que responder independientemente del gobierno federal y aún hoy con esos números, se ven personas en las ciudades.

Este riesgo en aumento fue la clave para que Donald Trump decretara el estado de desastre (Presidential Disaster Declaration) por primera vez en la historia del país. Esta decisión se tomó para facilitar que el gobierno federal atienda las necesidades de los gobernadores de cada estado y proteger la salud de los estadounidenses. 

Esta declaración hace referencia a que la situación (en este caso sanitaria) excede las facultades de gobernadores o alcaldes y necesitan un apoyo federal. Días antes de anunciarlo, los gobernadores habían empezado a mandar a la Casa Blanca sus declaraciones, donde pedían que se decretara el Presidential Disaster Declaration. Para este caso, los estados podrán solicitar apoyo financiero, suministros sanitarios y otras necesidades que surjan para combatir la emergencia sanitaria y asegurar la salud y bienestar de los ciudadanos.

Igualmente, las autoridades federales advirtieron que abril será un mes de mucha observación para poder determinar si en mayo se comienzan a levantar las restricciones. Esta decisión se tomará dependiendo de las necesidades de cada estado, previendo que en algunos aún la emergencia continuará de manera activa y no se podrán levantar.

Dentro de las declaraciones del Dr. Anthony Fauci, asesor en salud del gobierno federal durante la emergencia sanitaria, también se habló sobre las elecciones presidenciales, y aunque no se ha tomado ninguna decisión al respecto como posponerlas, aún cabe la posibilidad que para ese momento siga la emergencia. Sin embargo, dijo: "creo que tenemos un buen camino, un camino moderado para avanzar hacia la normalidad y esperamos que para cuando lleguemos a noviembre podamos hacerlo de la forma convencional".

Por lo pronto, tanto las autoridades federales como estatales están concentrando su atención en evitar la propagación con medidas de distanciamiento y otras restricciones y buscando dar atención y tratamiento sanitario a quienes los necesiten. 

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En sus declaraciones, Fauci admitió que si las medidas se hubieran tomado de manera temprana se hubieran podido salvar más vidas. Sin embargo, con las proyecciones actuales se espera que para agosto las muertes en Estados Unidos lleguen a 60 mil.

Justo antes de declarar el estado de desastre, el New York Times había publicado un artículo donde se cruzaba la posición de Trump y sus aliados contra la de los gobernadores de muchos estados. La posición del mandatario ha sido criticada por no tomar medidas más drásticas en todo el territorio de manera pronta, mientras él ha defendido la producción para no afectar de manera irreversible la economía. En su momento aseguró que las medidas de confinamiento podrían ser más perjudiciales que la misma enfermedad: “No podemos tener una cura peor que la enfermedad”, dijo semanas atrás refiriéndose a medidas que frenarían la economía (we can’t have the cure be worst than the problem).

Por el contrario, los gobernadores han manifestado que, si bien se debe encontrar un balance con la economía, las medidas preventivas para la salud van primero. Esto, pues estaban criticando que las autoridades federales empezarían a levantar a lo largo de este mes algunas restricciones ya que muchos, como el gobernador de Nueva Jersey, uno de los estados más afectados, que está en contra de la “reapertura” del país en las próximas semanas

La pandemia y el mundo

Mientras a este lado del mundo la situación se agrava con el aumento de casos en América Latina y el epicentro en Estados Unidos, la situación en oriente se muestra próspera. Días atrás, el 8 de abril, Wuhan, ciudad donde se conoció el paciente cero de la epidemia, dio fin a un confinamiento obligatorio que llevaba más de dos meses. Para celebrar la vuelta a la ciudad, las calles se llenaron con un show de luces. Seguirán siendo utilizadas medidas de protección y controles sanitarios en algunos lugares como el transporte público, pero los 11 millones de habitantes ya retomarán sus rutinas.

Europa por su parte se encuentra en una semana clave pues ya no es el epicentro y desde hace unos días los números ya no siguen aumentando en la magnitud que lo estaban haciendo hace un mes. Aún así, cinco países europeos están debajo de Estados Unidos punteando en número de contagios (España, Italia, Francia, Alemania y Reino Unido).

El aplanamiento de la curva abre las posibilidades de que la situación en Europa comience a mejorar poco a poco, por lo que algunos países han comenzado a reducir sus restricciones y a comenzar a reactivar las economías. Algunos sectores como la industria manufacturera y la construcción, al igual que negocios como papelerías, librerías y algunas tiendas abrirán en países como España e Italia. 

Otros países comenzarán a reabrir escuelas y guarderías y otros prevén abrir la industria hotelera y restaurantera para el próximo mes. Estas medidas irán regulándose con el paso de los días si se logra mantener bajo control la situación y que no comience una vez más a aumentar.