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Golpe de estado en Bolivia es anunciado por Evo Morales

Evo Morales Ayma, declaró en las últimas horas que en su país se fragua un golpe de estado y ha decretado el estado de emergencia, "quiero decirle al pueblo boliviano: estado de emergencia y movilización pacífica constitucional para defender la democracia".

Evo Morales

Evo Morales. / Foto: infobae.com

LatinAmerican Post | Alberto Castaño Camacho

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El anuncio de Morales se da tras los convulsionados hechos que enardecieron las voluntades ciudadanas en Bolivia tras unas elecciones presidenciales que presentaron irregularidades en su desarrollo. ‘El Jefazo’, como se le conoce a Morales, se declaró ganador en primera vuelta electoral de los comicios celebrados este pasado 20 de octubre en el país andino, sin embargo, Bolivia arde enfurecida tras lo que parece ser un fraude electoral de los que tan frecuentemente suceden en América Latina.

En la capital boliviana de La Paz, ante una rueda de prensa, el presidente manifestó que quería “denunciar ante el pueblo boliviano y ante el mundo entero: está en proceso un golpe de Estado, aunque quiero decirles que ya lo sabíamos con anterioridad. Se ha preparado la derecha con apoyo internacional para un golpe de Estado”.

Según los datos más recientes divulgados por el TSE, Tribunal Supremo Electoral de Bolivia, con el 96,63% de las actas computadas, Morales Ayma del Movimiento al Socialismo ha obtenido el 46,03% de los votos, mientras que el opositor Carlos Mesa ha llegado al 37,35% de ellos.

Con una diferencia menor a 10 puntos porcentuales, se verían obligados, los dos punteros a enfrentarse en una segunda vuelta electoral a celebrarse el próximo 15 de diciembre, situación que demanda Carlos Mesa como un triunfo de la democracia en el país andino.

Y a pesar de que el anuncio de Morales sobre la posibilidad de un “golpe de estado de la derecha”, hace pensar a algunos analistas en el desconocimiento de cualquier resultado por su parte imponiéndose como presidente una vez más, como ya pasó en Venezuela, de otra parte ha manifestado que “Aunque el conteo del TREP (Transmisión de Resultados Electorales Preliminares) dijo que ganamos, somos respetuosos al informe oficial que brindará el Tribunal Supremo Electoral”.

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Recuento de los hechos

En la noche del domingo, hacia las 8 de la noche (hora local), el TSE, Tribunal Supremo Electoral boliviano, suspendió el conteo de votos con avance un 83% de actas verificadas mediante el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares, TREP, aduciendo unas supuestas “fallas técnicas en la transmisión de datos”. Aún cuando los resultados daban por seguro la celebración de una segunda vuelta electoral, ya que Morales contaba con un 45,7% de los votos y Carlos Mesa, el periodista e historiador alcanzaba el 38,8% de los votos registrados.

Tras esa sorpresiva interrupción en el conteo de los votos, la Misión de Observación Electoral, MOE, de la Organización de Estados Americanos, exigió al TSE explicaciones por la suspensión en el conteo provisional “Misión de Observación Electoral d OEA sigue dando seguimiento riguroso al proceso electoral en #Bolivia. Fundamental que el TSE explique porque se interrumpió la transmisión de resultados preliminares y que el proceso de publicación de los datos del cómputo se desarrolle de manera fluida”, fue la publicación en la red social Twitter que hizo la MOE a través de su cuenta oficial.

Tras la suspensión del domingo por la noche, que dejaba con una insípida ventaja a Morales sobre Mesa y que obligaba a la celebración de una segunda vuelta electoral en la que los bolivianos ya no tendrían más opciones que estos dos contendientes, el TSE, en una sorpresiva vuelta de tuerca anunció el lunes, 21 de octubre, una ventaja de más de 10 puntos porcentuales del presidente actual frente al opositor, esto exacerbó los ánimos de las comunidades.

La gravedad del asunto radica en que antes de la interrupción, la ventaja era de siete puntos al momento de la suspensión del conteo mediante el TREP y tras 24 horas de conteo, sorpresivamente esa ventaja se amplía a 10 puntos, evitando la segunda vuelta electoral y dando como virtual ganador en primera vuelta a Morales para su cuarto mandato.

Cientos de manifestantes en las diferentes ciudades en Bolivia salieron a las calles a rechazar un presunto fraude electoral con el fin de reelegir para un cuarto periodo a Morales. Tras los disturbios en La Paz, se tuvo que desplegar un amplio dispositivo policial en los alrededores del edificio del TSE en donde se concentraron innumerables ciudadanos que coreaban “el pueblo unido jamás será vencido” en rechazo a la interrupción del conteo y verificación.

En Riberalta, una de las ciudades más importantes del norte del país Andino a unos 650 kilómetros de La Paz, la ciudadanía enardecida derribó, con sogas, machetes  y sierras, una estatua del fallecido líder venezolano Hugo Chávez Frías, inaugurada por Morales en el 2013.

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Algo similar sucedería en Potosí, al otro lado del país, la comunidad ofendida por la posibilidad de la no realización de una segunda vuelta como consecuencia del presunto fraude electoral, incendió el edificio del Servicio de Registro Civil del Tribunal Electoral Departamental. Allí fue relevado del cargo el comandante departamental de policía de Potosí, según versiones del Comité Cívico de Potosi, el comandante Williams Villa, fue separado  y relevado de sus funciones por no reprimir las manifestaciones ciudadanas y evitar confrontaciones entre la Policía y la ciudadanía. Sin embargo, el comandante entrante, Bernardino Valdivieso aseguró que su antecesor no fue destituido, sólo reubicado.

Por su parte Sucre, otra de las principales centros urbanos en Bolivia reportó quema de llantas en las calles, manifestaciones violentas e intento de incendio del edificio del TED, Tribunal Electoral Departamental, de donde huyeron los vocales de este órgano departamental paralizando el cómputo de las actas electorales. En Oruro, Santa Cruz y otros centros urbanos se presentaron idénticas consecuencias.

Mientras tanto y sin esperar los resultados oficiales, el ‘Jefazo’, se autoproclamó ganador de las elecciones en primera vuelta. “Ganamos una vez más, cuatro elecciones consecutivas ganamos en Bolivia, histórico e inédito”, dijo Morales frente a miles de simpatizantes que lo aplaudían.

Ya con el 96.63% de las actas electorales computadas este miércoles 23 de octubre, vuelve a disminuir la ventaja de Morales sobre Mesa y se sitúa en 8 puntos porcentuales, lo que vuelve a impulsar una segunda vuelta hasta el momento aunque las declaraciones de Morales hagan caer un manto de dudas sobre la celebración de estos comicios.

Antonio Costas, vicepresidente del TSE, presentó su carta de renuncia al cargo por considerar que suspender la transmisión de datos electorales preliminares ha “desacreditado todo el proceso electoral, causando una convulsión social innecesaria”, responsabilizando así al resto de miembros de este órgano electoral de haber generado la situación vivida en Bolivia.

Sin embargo, cabe recordar que Morales llegó a estos comicios habiendo perdido un referéndum electoral que pretendía modificar la constitución que le impedía acceder una vez más al poder. Cuando al pueblo de Bolivia se le preguntó si estaba de acuerdo con ese acto modificatorio que le daba licencia a Morales para seguir gobernando, el 51% de los votos dijo No, frente a un 49% del Si.

A pesar de la negativa popular y de haber perdido, así sea por un estrecho margen, Morales apeló a que esa imposibilidad de participar violaba sus derechos humanos y sus derechos políticos como ciudadano y resultado de esa protesta, el mismo Tribunal Supremo Electoral, TSE, que suspendió abruptamente el conteo de votos, fue el mismo que avaló a Morales para presentarse a esta pretensión de un cuarto mandato.

Y mientras Bolivia arde en incertidumbre, la comunidad internacional no deja de preguntarse si este no será otro de los países socialistas que pretende eternizar a sus gobernantes mediante la manipulación de las votaciones tal como sucedió en Venezuela. ¿Estaremos frente a otra Venezuela?

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