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Cuenta regresiva para los Óscar: Bohemian Rhapsody

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Llega la segunda reseña de nuestra cuenta regresiva hacia los premios de la Academia. Esta vez se trata de la biopic inspirada en la vida de Freddie Mercury

Cuenta regresiva para los Óscar: Bohemian Rhapsody

Bohemian Rhapsody fue tal vez una de las películas más esperadas del año pasado. Se había anunciado de hacía mucho tiempo atrás y cambió de director dos veces en el transcurso del rodaje.

Read in english: Countdown to the Oscars: Bohemian Rhapsody

Ahora, está nominada a cinco categorías de los premios de la Academia: Mejor Edición de Sonido, Mejor Montaje, Mejor Sonido, Mejor Actor Principal y Mejor Película. Fue, tal vez, la película del año en el sentido en que fue muy esperada, taquillera, muy popular y dio a conocer las canciones de Queen a una nueva generación, pero ¿cabe, en realidad, entre las mejores películas del 2018?

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El argumento y el personaje

La premisa de la película es sencilla: se trata de la vida de Freddie Mercury desde que se une a Queen. El personaje de Freddie demuestra prepotencia y arrogancia disimulada en gestos tiernos desde el principio de la película. Avergonzado de su origen parsi e indio, Freddie desprecia a su familia y se cambia el nombre en las primeras escenas.

Al tiempo que intenta homenajearlo e idealizarlo, la película pinta a un villano que al final se redime de la noche a la mañana. No hay complejidad en Freddie Mercury, aún cuando sabemos que es uno de los personajes más interesantes de la música británica de su época. Cuando es malo es malísimo y cuando es bueno es buenísimo. Pero ninguna de estas veces, ni malo ni bueno, parecen estar anticipadas: simplemente parece hacer las cosas sin ninguna razón. No hay una historia detrás de él, sus acciones no parecen ser consecuencia de nada. Todo en la película es arbitrario. 

La han criticado mucho por "limpiar" el personaje de Freddie. Dicen muchos que su bisexualidad no está lo suficientemente explorada (o explotada) en la película y que no hay ninguna clase de reivindicación LGBTIQ+. Considero que al querer contar la vida de Freddie Mercury, no es necesario hacer una película obligatoriamente reivindicativa (aunque tampoco tiene mucho sentido ignorar su sexualidad dado que fue un aspecto importante de su vida y de su genio).

Sin embargo, el problema de la película es que no muestra interés en explorar, ni este, ni ningún otro aspecto de la vida de Freddie Mercury con profundidad. Así, la cinta tampoco se pregunta por su genio, o por la música. El nombre y el logo de la banda, las canciones, la pandereta, el baile, el vestuario, todo simplemente aparece en la película así sin más, sin ninguna anticipación ni explicación.

Lo mismo ocurre con las traiciones, la manipulación, la redención y el perdón. Todo ocurre de la noche a la mañana. La película parece más un collage de imágenes en distintos momentos de Queen, puestas una detrás de la otra, que una historia con personajes bien construidos.

En cuanto a Rami Malek, es un gran actor. Sus caras exageradas, su abrir demasiado los ojos, su subir mucho la barbilla son cosas que lo han destacado como actor y que lo han ayudado a imprimir un sello en sus otros personajes. Acá, sin embargo, estos gestos juegan en su contra, pues lo vi siempre a él y nunca a Freddie. 

Para ser justa, Malek no tenía mucho con qué trabajar: todos los diálogos de su personaje son, o de una arrogancia detestable, o de una cursilería empalagosa. Puede verse a un actor juicioso que estudió a su personaje: sus imitaciones, sobre todo en el escenario, de los movimientos de Freddie son muy buenas, pero dado que tenía un guión muy pobre, el Freddie de Bohemian Rhapsody resulta más en una caricatura que en un personaje complejo con sufrimientos y alegrías.

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Un retrato de Queen

Los otros integrantes de Queen, por su parte, son todos el mismo. Brian, Decay y Roger no tienen distintas personalidades, están escritos de la misma forma. De un momento a otro vemos que ellos tienen familia e hijos, pero nunca nos enteramos cómo pasó esto.

Cuando Freddie decide separarse de la banda (otra inconsistencia de la película, pues tan solo dos escenas antes lo habíamos visto decir que jamás haría una carrera como solista), enlista todos los problemas que han tenido que superar juntos, problemas que antes no habíamos visto: la distribución del dinero, las peleas por la autoría, el cansancio tras las giras. Así, la película dice pero no muestra. 

Tampoco vemos cómo se hizo famosa la banda Queen. La película está compuesta de muchas secuencias en las que nos muestran a la banda yendo de gira y siendo alabada por su público, mientras suena de fondo alguna de sus canciones más sonadas y salen letreros con los nombres de distintas ciudades. No hay transiciones entre un momento y otro de la banda: un día escriben "Bohemian Rhapsody" y al otro reciben la noticia de que el disco es un éxito en Estados Unidos. 

Al final, vemos el concierto en Wembley después de que Freddie le ha dicho a sus amigos que está contagiado de SIDA y de que ellos lo han perdonado forzadamente. El concierto es emocionante y es cuando se ve más lo estudioso que fue Malek en la interpretación de Freddie. Las lágrimas de su amiga Mary son tal vez lo más convincente de toda la película. Pero esto deja mucho que desear, pues de querer emocionarse con esto, uno siempre puede acudir a ver a la banda de verdad en YouTube en vez de esperarse al final de la película. 

 

LatinAmerican Post | Juliana Rodríguez Pabón

Copy edited by Juliana Suárez

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