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Premios Oscar: la raza en los tiempos imaginados

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Dentro de los nominados a Mejor Película, hay tres que hablan sobre racismo. Pero, ¿por qué ninguna sucede aquí y ahora?

Premios Oscar: la raza en los tiempos imaginados

Dentro de los ocho films nominados a Mejor Película en los Premios Oscar hay tres, un número nada despreciable, que tratan el tema del racismo: Black Panther, Green Book y BlacKKKlansman. Las tres están ambientadas en escenarios distintos, son de diferentes géneros y exploran problemáticas distintas. Tienen en común, eso sí, que exploran el tema de la raza.

Las nominadas

Green Book cuenta la historia de un bouncer italoamericano, interpretado por Viggo Mortensen, que debe trabajar como conductor y guardaespaldas del pianista de jazz afroamericano Don Shirley, interpretado por Mahershala Ali, durante su gira por el llamado Deep South de Estados Unidos en los años 60.

Esta película está en obvio diálogo con Driving Miss Daisy (1989), en la que Morgan Freeman pasea a una anciana cascarrabias y terminan siendo amigos. Ambas exploran el tema del racismo en sus respectivas épocas en el sur de Estados Unidos a través del cuento de una amistad improbable entre un blanco y un negro. 

En los años 60 en Estados Unidos las leyes Jim Crow promovieron la segregación racial en especial al sur de ese país. La división entre blancos y negros en el espacio público es un tema con el que se tienen que enfrentar el pianista y su empleado. En este sentido, Green Book está también en diálogo con The Help (2012), la historia de una chica blanca que escribe la historia de sus sirvientas negras durante la década de los 60. Así que, una vez más, ambas películas exploran la problemática del racismo desde la historia de una amistad que rompe con la segregación que las leyes Jim Crow imponían.

BlacKKKlansman es la última película de Spike Lee, director que ha mostrado interés desde siempre y cuya película Do the Right Thing fue ignorada por la Academia el mismo año en que premiaban a Driving Miss Daisy. Cuenta la historia del primer agente negro del departamento de policía de Colorado Springs, que planea una misión encubierta para exponer el grupo local del Ku Klux Klan.

Para 1970, el sur de Estados Unidos estaba sumido en el racismo del KKK al mismo tiempo que los movimientos por los derechos civiles nacían y se fortalecían. En este contexto social ocurren los acontecimientos de esta comedia, que, como Green Book, está basada en una historia real.

Finalmente, Black Panther. Esta es la primera película con un superhéroe negro como protagonista. Esta película tiene lugar en la nación africana imaginada de Wakanda, en la que dos herederos al trono luchan por tener concepciones contrarias sobre su política de exterior. T'Challa quiere mantener la nación cerrada para protegerla del primer mundo y de los colonizadores que quieren robarse su materia prima. Su primo Killmonger quiere, en cambio, proteger a los suyos, es decir, no solo los wakandianos sino a los hijos de inmigrantes y a las juventudes negras alrededor del mundo desatando una guerra con sus opresores. Al final, el super héroe decide abrirse para llevar su materia prima y su tecnología a todos los lugares del mundo sin la necesidad de una guerra. 

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Los tiempos imaginados

Así que, Green Book tiene lugar en los 60s, BlacKKKlansman en los 70s y Black Panther en la actualidad de un país imaginado. Ninguna de las tres está ambientada en nuesto mundo de ahora. Tal vez es más fácil hablar de racismo en un tiempo pasado o en uno imaginado: las leyes Jim Crow y el KKK son una muestra obvia de racismo en la sociedad, así que es más fácil desentrañar las dinámicas de poder si las pensamos en ese contexto.

En el mundo del espectador, sin embargo, las dinámicas de racismo están camufladas, son menos obvias y por lo tanto más difíciles de poner en la pantalla grande. La idea, claro, de estas tres geniales películas consiste en que podamos identificar estas mismas situaciones que vemos en la pantalla y que nos parecen indignantes en nuestra propia realidad. La idea es que la denuncia pueda traducirse en nuestro mundo actual y real. 

Sin embargo, el peligro que existe con estas producciones culturales es que el público conciba las dinámicas que denuncia, como el racismo, como situaciones del pasado. Al recibir el Oscar a Mejor Canción Original por "Glory" para Selma, Common y John Legend dieron un discurso sobre cómo los eventos de la película alrededor de las marchas lideradas por Martin Luther King a favor de los derechos civiles son aun vigentes. Los fenómenos, para ambos, no se acaban sino que se transforman. Así, no puede concebirse los acontecimientos de estas tres películas como parte de un tiempo pasado ni de un mundo inventado, sino aprender a identificar lo que vemos en la pantalla en nuestra cotidianidad y combatirlo. 

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Hay una resistencia a pensar el racismo en nuestro mundo en el cine. Esto puede tener que ver con la corrección política que los últimos años se ha tomado a la Academia. 12 años de esclavitud es una película que no cuestiona las dinámicas racistas de la actualidad y muestra este como un fenómeno del pasado y fue premiada por la Academia el año de su lanzamiento.

Hay, claro, excepciones en el cine y en la televisión. Moonlight (2016), también premiada por la Academia, explora la vida de un hombre negro homosexual en Miami, Get Out (2017) habla del racismo en un tono de terror y la serie Atlanta sigue la vida de tres jóvenes negros en esta ciudad en estos años. Estas tres producciones, de géneros distintos, ponen el problema del racismo en nuestros días y nos hacen ver a nuestro alrededor. Hacerlo es un acto de valentía, pues consiste en ser autocrítico y en tirarle a las instituciones blancas como la Academia. Las tres películas nominadas este año pueden ser leídas de la misma manera. Las tres prometen ser muy buenas y podría dársele una lectura actual a estas tres historias de otros tiempos. Ya dependerá del espectador.

 

LatinAmerican Post | Juliana Rodríguez Pabón

Copy edited by Laura Viviana Guevara Muñoz

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