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Alquiler de vientre: la opción de las celebridades que desata controversia

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El nacimiento de la hija de Ricky Martin y la espera oficial del cuarto hijo de Kim Kardashian y Kanye West, ambos por embarazo subrogado, han desatado controversia

Alquiler de vientre: la opción de las celebridades que desata controversia

Es oficial: Kim Kardashian y Kanye West están esperando su cuarto hijo. Es la segunda vez que la pareja se vale de la práctica del embarazo subrogado, o la que llaman más coloquialmente alquiler de vientre, para tener un hijo. Kim Kardashian ha pasado ya por dos embarazos. En ambos había sido diagnosticada con placenta accreta, por lo que su médico le recomendó la práctica de vientre subrogado si quería tener más hijos. La pareja hizo caso para evitar un embarazo riesgoso y el año pasado nació Chicago West. Hoy anuncian que están esperando un cuarto hijo también por alquiler de vientre.

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Por su parte, Ricky Martin y su esposo Jwan Yosef celebraron en el año nuevo el nacimiento de su hija Lucía, también por embarazo subrogado. Esta es la tercera hija del cantante puertorriqueño, que tiene dos mellizos. Ahora ha decidido hacerlo junto con su pareja por segunda vez. El cantante ha declarado varias veces que quiere una familia grande, hace un año en la entrega de los Globo de Oro declaró que quería otros cuatro pares de mellizos. 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Vientre subrogado y feminismo

Aunque los fans celebren la noticia del nacimiento y la espera de los hijos de sus celebridades favoritas, hay hoy en día un debate alrededor de esta práctica. Para entenderlo, primero hay que diferenciar entre dos clases de práctica de embarazo subrogado: la comercial y la altruista. El embarazo subrogado comercial es en el que agencias y clínicas ponen en contacto a una pareja o persona con la "donante" de la misma forma en la que funcionan las agencias de adopción o de inseminación artificial. La pareja o la persona que quiera ser padre le da una retribución económica a la mujer donante. Este modelo está prohibido en el Reino Unido, Irlanda, Bélgica y Dinamarca. Es conocido el caso del cantante británico Elton John, quien tuvo que viajar a California, donde sí era legal la subrogación comercial. Por otro lado está el alquiler altruista, en el que la donante ya suele conocerse con los padres y gesta al bebé de estos como un acto altruista. Suecia prohibe ambas prácticas.

 

Los detractores del vientre subrogado apelan a la total negación de la voluntad de la mujer donante. En los casos de las grandes celebridades, la identidad de la donante siempre es protegida, pero por esto mismo, su voz es silenciada. Kajsa Ekis Ekman cita para The Guardian el llamado "Baby M Case", un caso en el que la donante se arrepiente de dar al niño que ha gestado en el momento de dar a luz pero debe entregarlo dado que no puede emprender una batalla legal con el millonario japonés que había alquilado su vientre. Así, este caso ha puesto sobre la mesa la pregunta sobre cuánto se tiene en cuenta realmente la voluntad de la donante a la hora de alquilar su vientre si el pacto ya está hecho.

Por otro lado, Nerea Perez escribe para la revista Glamour que aunque sea un acuerdo tácito entre las dos partes, hay un desequilibrio de poder entre ambas. Perez alega que el alquiler de un cuerpo no puede ser legal ni siquiera en el contexto del libre mercado y que este tiene un límite: los derechos humanos. Alicia Miyares, doctora en filosofía y escritora, compara esta práctica con el tráfico de órganos, que es penalizado aún cuando quienes 'venden' sus órganos están de acuerdo con la transacción. 

Según The Guardian, una razón del gobierno sueco para prohibir incluso la práctica altruista es que esta obedecía a la noción de mujer sacrificada que se celebra en nuestras sociedades y alega que la explotación del cuerpo femenino no se acaba cuando se elimina el dinero de la ecuación. En el caso de Kim Kardashian, por ejemplo, la pareja de celebridades estaría protegiendo a una mujer de un embarazo riesgoso (a Kim) mientras que pagan por el cuerpo de otra para que corra no estos sino otros riesgos que se corren en cualquier embarazo.

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Ricky Martin, en sus declaraciones sobre la selección de la madre biológica de sus primeros hijos, habla de sentarse en el computador para escogerla según su apariencia y su historia de vida. Se establece, entonces, una relación cliente-producto en la relación padre-donante en la subrogación comercial, lo cual la desequilibra, pues uno es quien escoge y el otro es el escogido.

El debate LGBTIQ+

Muchos defensores del vientre subrogado afirman que es una herramienta para empoderar tanto a mujeres como a hombres de la comunidad LGBTIQ+, como es el caso de Ricky Martin. Hay colectivos de esta comunidad con opiniones divididas con respecto al tema. Ramón Martínez, vicepresidente de Somos Diferentes, afirmó para Glamour que el derecho que no debe negársele a la comunidad es el de la crianza, pero que la transmisión de información genética no es técnicamente un derecho ante ninguna instancia internacional. Y la crianza de menores puede lograrse a través de otros medios como los de la adopción. En este sentido, la idea de Martínez es que no vale la pena empoderar a unos mientras se sacrifica la libertad de otros. Para los detractores del embarazo subrogado Kim Kardashian y Ricky Martin deben empoderarse, tener control completo sobre sus cuerpos como sus fans lo celebran, pero esto no debe hacerse sacrificando la libertad de otros cuerpos menos famosos.

 

LatinAmerican Post | Juliana Rodríguez Pabón

Copy edited by Vanesa López Romero

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