ANÁLISIS

Hay que hacer algo por el Amazonas

La sobreexplotación forestal que la selva del Amazonas ha sufrido durante los últimos años está a punto de convertirla en una árida sabana

Hay que hacer algo por el Amazonas

Siendo el bosque tropical más extenso del mundo, esparciéndose por 8 países suramericanos y una dependencia (Guayana Francesa), y declarada como una de las siete maravillas naturales del mundo, la Amazonia, o selva del Amazonas, está a punto de llegar a lo que se conoce como el ‘no retorno’. Esto ocurre por la constante deforestación indiscriminada que ha tenido a este bioma, además de las ineficientes políticas ecológicas que se han hecho para terminar con la explotación ilegal de recursos que encierra el este ecosistema.

Un reciente estudio en la revsita Science Advance evidencia el estado crítico de la situación. Según el meteorólogo brasileño, considerado uno de los máximos conocedores del Amazonas, Carlos Nobre, la tala de árboles ha causado que el 17% de la vegetación se haya reducido en esta selva, y advierte que si ese porcentaje aumenta al 20%, todo el bosque tropical se podría convertir en una árida y extensa sabana con el paso de los años, lo que no sólo desestabilizaría la población de especies, y la reducción del oxígeno en la región, sino que además conllevaría a acelerar el cambio climático en el mundo.

Nobre, enfatiza en que, si la deforestación sigue aumentando, ya no será el 20% sino el 50% de la Cuenca del Amazonas que quedará completamente árida y sin la mínima posibilidad de ser reforestada de nuevo; además, el meteorólogo explica que a pesar de que sobreexplotación de madera sólo tiene como materia primaria a los árboles, los recursos hidrográficos, de oxígeno y sustentabilidad que el Amazonas brinda al mundo, se perderían de una manera tal, que provocarían una crisis ambiental al punto que baje considerablemente la lluvia en la región septentrional de América del Sur.

A esta declaración también se ha unido el biólogo Thomas Lovejoy, quien respalda la consideración de Nobre, al decir que el punto de ‘no retorno’ para el Amazonas está muy próximo a alcanzarse, tal como Nobre lo explica en un artículo realizado en la revista Science Advances en donde lanzó la alarma ambiental sobre este tema que debería tomarse como una preocupación ecológica a nivel mundial.

Los científicos aseveran que se debe controlar la tala indiscriminada no sólo en el centro de la selva sino también en su periferia, como lo son La Serranía de la Macarena y en el Guaviare, ambos biomas ubicados en Colombia, ya que, si estos ecosistemas se degradan, es muy difícil que el Amazonas en su totalidad cumpla la función ecológica que tiene, la cual es, la creación de precipitaciones con base en el ciclo hidrológico.

Finalmente, Lovejoy y Nobre expresaron que los gobiernos en América del Sur no entienden la importancia que tiene la preservación del Amazonas, y el impacto que puede causar la sobreexplotación forestal, a mediano plazo, en el medio ambiente a nivel global. Esta idea parece que cobra vida propia debido a que el 26 de febrero, el Ministro de Ambiente de Colombia, Luis Murillo, dijo que la meta que tenían propuesta para el 2020 de bajar la tala de árboles en el Amazonas a cero, será imposible de cumplir ya que, hoy día, el 70% de la madera del país proviene de la actividad en ese lugar, sin embrago dijo que la meta se podría cumplir entre el 2023 y el 2025.

 

Latin American Post | David García Pedraza 

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