ANÁLISIS

¿Cuál será el siguiente paso de Uber?

Lo que debe hacer esta empresa para mantenerse en el tope 

¿Cuál será el siguiente paso de Uber?

Desde su lanzamiento en el 2009, la empresa de transporte privado Uber se ha posicionado como una alternativa rentable y funcional para los usuarios que buscan la inmediatez y calidad en los servicios que contratan. Durante el 2017 se ha registrado un mayor uso de Uber en Latinoamérica, principalmente en México y en Brasil. Al mismo tiempo, el directivo de Uber México y el Caribe, Federico Ranero, anunció que la empresa busca hacer una inversión estimada de 380 millones de dólares con el objetivo de incrementar la cantidad de operarios y socios de Uber en la región para el 2018.

Sin embargo, tras 8 años de permanencia en el mercado, este gigante está lejos de enfrentarse a dos de sus principales amenazas: la tecnología disruptiva y los cambios en el estilo de vida del consumidor. La creciente popularidad y actual éxito de Uber se debe no solo al boom tecnológico, sino también a la simpleza de su receta mágica, que es el acceso vía remota a una necesidad secundaria del ser humano. Es decir, las personas buscan un estilo de vida más seguro. Esta receta mágica requiere que se tengan como ingredientes principales una tecnología expansiva y una telefonía móvil accesible. La ventaja es que su nacimiento coincidió con el surgimiento del uso de apps como tendencia social. A pesar de lo lucrativo y rentable que se ha vuelto el mercado de las apps, la dependencia de la tecnología se vuelve una desventaja ante un usuario con mayores exigencias en los servicios y bienes que adquiere.

Muchos hablan sobre la tecnología disruptiva como la principal amenaza de Uber, pero en el fondo lo que presenta mayor peligro para esta plataforma son los cambios en el comportamiento del consumidor. El consumidor no solo busca un traslado efectivo y accesible, sino también un servicio de mayor calidad. La tecnología representa una fuerza de cambio. Por lo tanto, Uber puede encontrar un medio sólido mediante el cual logre mantenerse a flote en un mercado donde la competencia surge espontáneamente. Empresas como Cabify y Tappsi, si bien podrían considerarse amenazas para Uber, representan una oportunidad de mejora de la experiencia y atención al usuario, aspecto fundamental en este servicio.

Hasta este momento, Uber se encuentra en una posición favorable porque ha demostrado periodos de evolución y mejora en relación con el servicio que ofrece. Por ejemplo, la forma tradicional de evaluar un servicio se ha vuelto más amigable y específica y menos formal. De igual manera, el nuevo sistema incluye un modelo de evaluación circular, donde los conductores también pueden evaluar el comportamiento del usuario. Esto quiere decir que Uber le apuesta a una doble rentabilidad donde usuarios y operarios puedan verse beneficiados. La actual solidez del modelo Uber y los cambios significativos en su forma de operar solo puede significar una cosa: Uber llegó para quedarse.

Con un presente bastante sólido y con pocas amenazas visibles solo se puede decir que el futuro de Uber y del modelo que sigue está en garantizar la permanencia del usuario a través de nuevas formas de satisfacer sus necesidades. Para Uber, quedó muy clara la forma de acercarse al público: tuvo que romper el modelo tradicional de transporte público. Por lo tanto, el siguiente paso debe darse de la misma manera. Ahora la compañía debe salirse del convencionalismo tecnológico sin distanciarse del modelo de negocio que planteó desde un principio.

 

Latin American Post | Maria Fernanda Velasco

Copy edited by Susana Cicchetto

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