Medio ambiente

¿Por qué el silvopastoreo disminuye el impacto ambiental de la ganadería bovina?

Conozca los beneficios de este sistema de producción pecuaria

El silvopastoreo ha sido planteada como un sistema productivo y una alternativa sostenible que permite reducir el impacto ambiental generado por la ganadería bovina e incrementar la productividad de la actividad productiva.

La ganadería bovina se ha convertido en el gran enemigo de la protección ambiental; la deforestación de extensas zonas de bosque para dar paso a las pasturas en donde crece el ganado ha generado compactación de suelos, pérdida de biodiversidad y de sumideros de carbono, pero tal vez lo más grave es el crecimiento exponencial de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero provenientes de las deyecciones del ganado.

Los sistemas silvopastoriles intensivos combinan diferentes estratos vegetales, pastos, arbustos y árboles de gran porte de tal manera que generan unos beneficios plausibles para el desarrollo de la ganadería de una forma amigable con el ambiente.

Se eliminan las cercas muertas con madera extraída de bosques deforestados y se reemplazan por una combinación entre cercas vivas y cercas eléctricas, lo cual disminuye el impacto y los costos de operación para el ganadero. Adicionalmente, este sistema de separación de potreros sirve como una barrera protectora contra el viento que deseca los terrenos dedicados al cultivo de alimento para el ganado.

Con la presencia de árboles, se aporta sombra a los potreros que pueden reducir las temperaturas hasta en 10 grados centígrados minimizando el estrés calórico del ganado evitando el exceso de sudoración que impide la ganancia en peso de cada animal.

Se ha detectado que en los potreros en los que el sol cae de manera directa, la presencia de insectos que habitualmente viven bajo tierra es considerablemente menor a aquellos potreros que cuentan con árboles que ofrezcan sombra. Estos insectos subterráneos abren túneles que permiten la oxigenación de los suelos favoreciendo el sistema radicular de cualquier especie vegetal y como consecuencia de ello, el intercambio de nutrientes favorece la salud y la fertilidad de los suelos.

Arbustos forrajeros como la Leucaena (Leucaena leucocephala)o el ‘Botón de oro’ (Tithonia diversifolia) proporcionan al ganado un importante alimento que aporta un significativo contenido de proteínas. Sin embargo, no sólo se ha demostrado el valor nutricional de la ingesta de estos arbustos. La cría de ganado bovino es la responsable, en gran medida de las emisiones de metano, un gas de Efecto Invernadero que contribuye generosamente al Cambio Climático Global. En este sentido, el consumo de especies forrajeras de arbustos disminuye el contenido de gas metano (CH4) de las excreciones de los animales.

La presencia de árboles y arbustos incentiva la diversidad de organismos incrementando la biodiversidad que genera inmensos beneficios ambientales al proveer alimentos a las comunidades, subproductos medicinales, fibras aprovechables para artesanías y un sinnúmero de beneficios sociales. La disminución de la erosión por efecto del agua y los vientos se constituye en un beneficio ambiental y social, gracias a que se reduce la sedimentación de los cuerpos de agua, como ríos, lagunas o reservorios. La presencia de especies leguminosas está asociada a bacterias del género Rhyzobium que contrubuyen con la fijación de nitrógeno en los suelos, alcanzando los 200 kilogramos de nitrógeno por hectárea al año en el trópico.

Si bien es cierto que la ganadería es una de las grandes amenazas de la biodiversidad y de la funcionalidad ecosistémica por deforestación y degradación ambiental, también se encuentran alternativas de producción que permiten minimizar los impactos que genera esta actividad sobre el planeta y sus recursos.

 

Latin American Post | Alberto Castaño Camacho

Copy edited by Laura Rocha Rueda

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