TECNOLOGÍA

Proyecto de Costa Rica impulsado por IA para monitorear guacamayas rojas en peligro de extinción

En un esfuerzo de conservación innovador, Costa Rica lanza un proyecto ecoacústico y de inteligencia artificial para monitorear el hábitat de la elusiva guacamaya roja (Ara ambiguo), con el objetivo de recopilar datos vitales para la protección de la especie.

El visionario proyecto de conservación de Costa Rica

Costa Rica está dando un paso hacia el futuro de la conservación de la vida silvestre con un proyecto innovador que combina inteligencia artificial y ecoacústica para estudiar el hábitat de la guacamaya roja, símbolo de la rica biodiversidad del país. La iniciativa, que durará hasta tres años, busca aprovechar las tecnologías de punta como un aliado en la protección y vigilancia de esta ave icónica pero difícil de observar.

Este ambicioso proyecto emplea 113 dispositivos ‘audio-polilla’ instalados en una vasta superficie de 11.000 kilómetros cuadrados en las regiones norte y caribeña de Costa Rica. Estos dispositivos están diseñados para capturar los diversos sonidos emitidos por la guacamaya roja, proporcionando información sobre sus áreas de vida, ciclos de alimentación, hábitos de anidación y otros datos valiosos.

La visión de Mario Coto: más allá de las guacamayas rojas

Mario Coto, director técnico del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), ve esta como una excelente oportunidad para utilizar tecnologías de punta como la inteligencia artificial y las audiopolillas. Inicialmente centrado en las guacamayas rojas, el proyecto tiene el potencial de extenderse a otras especies en el futuro. Según la Universidad de Costa Rica, se estima que hay entre 300 y 400 individuos de la especie en el país, y la pérdida de hábitat y el comercio ilegal representan amenazas importantes para su supervivencia.

Sinac colabora con varias organizaciones, incluidas Macaw Recovery Network, el Tropical Scientific Center, Rainforest Connection y Huawei. Los datos recopilados facilitarán un análisis completo y variado, que abarcará los períodos de reproducción, la salud general de los individuos y la frecuencia de amenazas, entre otros aspectos.

Sinac se asocia con organizaciones y gigantes tecnológicos

Heidy Zúñiga, guardabosques involucrada en el proyecto, destacó el papel de la tecnología para simplificar muchas de sus tareas diarias. El seguimiento acústico de la guacamaya roja a lo largo de 11.000 kilómetros tiene como objetivo comprender mejor la distribución del ave.

El principio técnico central del proyecto radica en la observación ecoacústica y el análisis de datos mediante inteligencia artificial, transformando los sonidos en información de alto valor para los investigadores y el Sinac. Se instalan dispositivos estratégicamente en puntos seleccionados para recopilar datos acústicos. Cada polilla audio se coloca a una altura de 20/25 metros en el dosel de los almendros de montaña, una especie de la que dependen las guacamayas rojas para anidar y alimentarse.

Estos dispositivos están sincronizados con una aplicación que hace referencia a cada unidad para un seguimiento preciso de la ubicación. Al cabo de un año, se recogen y se descarga la información para su procesamiento y análisis. Posteriormente, la inteligencia artificial convierte estos datos en información apta para un análisis detallado.

La guacamaya roja, que pesa alrededor de 1,5 kilogramos y mide entre 85 y 90 centímetros de largo, se distingue por sus plumas que alcanzan hasta los 40 centímetros. Estas aves poseen un pico macizo y grande, ideal para comer frutos duros, y se encuentran desde Honduras hasta Ecuador. En particular, son monógamos y se emparejan de por vida.

De las guacamayas rojas a la ecología global

Este proyecto representa un salto significativo en los esfuerzos de conservación de la vida silvestre, particularmente en una crisis global de biodiversidad. Al aprovechar la tecnología, Costa Rica está sentando un precedente sobre cómo los países pueden abordar la conservación de especies en peligro de extinción de manera innovadora y efectiva.

Además, el proyecto ofrece un modelo de colaboración interdisciplinaria, combinando tecnología, ecología y conservación. Ejemplifica cómo la inteligencia artificial puede abordar los desafíos ambientales, presentando una nueva lente para comprender y proteger el mundo natural.

Los datos recopilados a través de esta iniciativa no sólo ayudarán en la conservación de la guacamaya roja sino que también contribuirán a una investigación ecológica más amplia. Al comprender los requisitos de hábitat y los patrones de comportamiento de las aves, los conservacionistas pueden desarrollar estrategias más específicas y prácticas para protegerlas a ellas y a su entorno.

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Además, el proyecto subraya la importancia del seguimiento acústico en la investigación de la biodiversidad. Los métodos ecoacústicos proporcionan una forma no invasiva de estudiar la vida silvestre, reduciendo el potencial de perturbación humana en hábitats sensibles. Este enfoque es valioso para estudiar especies raras o esquivas como la guacamaya roja, donde la observación directa puede ser un desafío.

El proyecto de inteligencia artificial y ecoacústica de Costa Rica para monitorear la guacamaya roja es un esfuerzo pionero en el campo de la conservación. Refleja un reconocimiento cada vez mayor de la necesidad de enfoques innovadores para proteger las especies en peligro de extinción y preservar la biodiversidad. A medida que este proyecto avance, se espera que arroje conocimientos valiosos que beneficiarán a la guacamaya roja y mejorarán nuestra comprensión de la conservación de la vida silvestre en la era moderna.

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