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Colombia: así funcionará el Sistema Nacional del Cuidado en favor de las mujeres

Colombia quiere estar a la vanguardia en políticas de cuidado con un sistema pionero. Así lo afirma Natalia Moreno, gerente del Sistema Nacional del Cuidado, subdivisión del recién creado Ministerio de la Igualdad, en entrevista con EFE.

 La gerente del Sistema Nacional de Cuidado, Natalia Moreno

Foto: EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda

Irene Escudero | EFE

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Read in english: Colombia: This Is How The National Care System Will Work In Women’s Favor

Colombia quiere "estar a la vanguardia" en implantar una política nacional del cuidado para las personas -sobre todo mujeres- que se encargan de las 17 millones de personas (menores de edad y personas con discapacidad o de tercera edad) que necesitan cuidados en el país, explica a EFE en una entrevista la gerente del Sistema Nacional de Cuidado, Natalia Moreno.

"Una tercera parte del país requiere unas necesidades de cuidado prioritarias que desafortunadamente el Estado no está garantizando y que quienes terminan garantizando en la práctica son las mujeres, principalmente con trabajo de cuidado no remunerado", explica Moreno.

Con la creación del Ministerio de la Igualdad, aprobado en el Congreso en diciembre de 2022 y promulgado por el presidente Gustavo Petro el 30 de junio, se creaba el Sistema Nacional de Cuidado.

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Colombia es, después de Uruguay, el segundo país en Latinoamérica que pone en marcha un sistema así, que busca articular programas de varios ministerios con los entes territoriales y nace bajo la premisa de que "somos una sociedad que necesita cuidados de manera permanente e interdependiente" y que "el Estado principalmente debe garantizar el derecho al cuidado".

Se trata de un "marco legal fuerte" para crear políticas -que aún están por diseñar, pero se espera que se presenten en marzo- que van desde subsidios a madres cabeza de familia o cuidadores de personas con discapacidad a programas más complejos de cuidados comunitarios o de estudio y formación para mujeres cuidadoras.

Igualar los cuidados

Hay siete millones de mujeres en el país dedicadas a cuidados no remunerados. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), una mujer dedica de promedio 7 horas y 44 minutos al día a trabajos no remunerados en Colombia (que pueden llegar a 8 horas y media en zonas rurales), mientras que los hombres, apenas tres horas.

Esas mujeres dejan de estudiar, de trabajar o incluso de mirar por su propia salud por cuidar a otras personas. 

"Hay una carga desproporcionada en los hogares y en las mujeres y el Estado no está asumiendo lo que le corresponde", asegura Moreno. Su gerencia, que está migrando para depender del Ministerio de Igualdad pero quiere articular a todos los departamentos, quiere reparar eso y también fomentar que se equiparen los cuidados.

Hay una "cultura muy machista", advierte Moreno: "incluso las encuestas nos han mostrado que hombres que tienen cambio de pensamiento no generan un cambio de comportamiento, o sea, siguen teniendo el mismo nivel de horas de cuidado de los que son machistas".

Esta semana se produjo el primer encuentro de colectivos de nuevas masculinidades y quieren ver qué prácticas desarrolladas por estos hombres durante 30 años funcionan para aplicarlas. También se considera la creación -que ya existe en Bogotá- de escuelas donde se enseñen cosas tan básicas como a cocinar arroz o cambiar un pañal.

"El cambio cultural y la redistribución entre hombres y mujeres de los cuidados pasa por un acompañamiento psicoemocional con las mujeres y escuelas también de formación en cuidado para los hombres", asegura Moreno.

Hacia nuevos modelos de cuidado

Desde la gerencia del cuidado quieren trabajar en medidas básicas con otros ministerios, como el de Trabajo, para impulsar un "programa de inspección laboral para que los hogares cumplan los derechos laborales de las trabajadoras del hogar" o con el de Vivienda para que en los programas de acceso a vivienda social se prioricen a mujeres cabeza de hogar, pero también buscan otros modelos.

"La vicepresidenta (y ministra de Igualdad, Francia Márquez) nos ha pedido que no tengamos una visión colonial de los cuidados", explica Moreno, y por ello han hecho encuentros por todo el país para aprender también cómo se cuida en comunidades afro, raizales, indígenas o gitanas.

"Lo que nos hemos encontrado es que el cuidado es colectivo. En los territorios de los grupos étnicos no es un cuidado individual como el que tenemos en la ciudad", alude la gerente. Las comunidades realizan ollas comunitarias para varios hogares, o prácticas como la "mano cambiada", donde un día una mujer se dedica a cocinar para el resto, mientras la vecina cuida a los niños, y otra hace la compra.

Por eso ven prioritario que las comunidades "ejecuten con el Estado" ese tipo de programas, que se puedan hacer transferencias para seguir incentivando ese tipo de cuidados; "que las prácticas culturales de cuidado colectiva puedan seguir, pero con el respaldo del Estado", destaca.

Una de las primeras medidas ha sido la puesta en marcha este viernes de la ruta del cuidado, que va a llevar vehículos con servicios integrados como programas educativos, guardería, atención psicológica o asistencia ocupacional a comunidades remotas para atender durante varios meses a las cuidadoras.

Abordar el envejecimiento

El presupuesto de este sistema aún está en negociación, pues la gerente quiere que cada ministerio separe parte de sus partidas para programas de cuidado y a la vez garantizar las transferencias a alcaldías y organizaciones para que ejecuten a nivel territorial.

A la vez, estos programas quieren anticipar también un problema global: el envejecimiento de la población.

"Somos conscientes del cambio demográfico, claramente está ocurriendo en Colombia y desafortunadamente no estamos preparados", confiesa la gerente.

En el nuevo Ministerio de Igualdad va a haber una dirección de envejecimiento que lo aborde, pues Colombia se ha enfocado en la primera infancia y ha venido dejando de lado la tercera edad. 

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